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"Durante años, junto a la información política urgente para el periodista en el que he velado armas profesionales para el scoop, me ha gustado con deleite encerrarme en la soledad de las hemerotecas del Ateneo de Maó. A los ruidos de doble filo de las fuentes y las gargantas profundas de la crónica del día, he puesto el contraste de la mudez cartujana de las cabeceras de prensa de ayer, dormidas en un callejón sinfín".
" …Por mi parte, en el curso de la rara fiebre personal, no he interpuesto prejuicios, ni filtros selectivos a las cabeceras ya sepultadas de aquel fascinante y arcaico periodismo decimonónico. Tanto me han dado los de derechas como los de izquierdas; la cabecera republicana o la católica; la satírica o la literatura sin estro …"

He querido iniciar ésta entrevista con Miguel A. Limón Pons, amigo entrañable, con estos breves párrafos de su tesis doctoral, porque considero que ofrecen una importante pista de cuando ha llevado a cabo para "coronar" su ilusión, positivamente "espoleado por quien fuera director del "Menorca", Juan Cantavella Blasco, director de dicha tesis doctoral.

De ti solo conocemos parte de tus antecedentes familiares pero ignoramos mucho más; naciste aquí, en Alaior, pero …
Al finalizar la guerra civil, mi padre que era militar de carrera, vino destinado, de teniente, a la batería de LLucalari. Durante la contienda había sufrido la amputación de un dedo de una de sus manos y aquí, durante unas maniobras se le disparó un fusil hiriéndose en una pierna, herida que le supuso la amputación de la misma, precisamente en el Hospital de la Illa del Rei, por cuyo motivo al ascender a capitán fue destinado a Barcelona, al Servicio de Mutilados de Guerra, ya cesado del mando de tropa, y toda la familia nos trasladamos a la Ciudad Condal. En aquel momento yo tenía 8 años de edad y aunque dejamos de vivir en Alaior siempre fue una constante en nuestras vidas, vacaciones de verano y un sinfín de visitas hizo que no desconectáramos de Menorca.

Cuanto me cuentas me suena a algo muy conocido, la "gesta" de mi suegro que con 100 años cumplidos, recuerda su etapa de alférez provisional.
Mi padre que era de familia modesta, en el verano de 1936 se trasladó a Madrid para iniciar el bachillerato y por azares de la guerra terminó siendo alférez provisional. Luego, una vez las armas cesaron su mortífera voz, se convirtió en militar profesional tras superar la etapa de la Academia militar.

Y con las ideas muy claras.
Clarísimas, él siempre decía que no nos podía legar una herencia que nos permitiera vivir de ella, que su "heredad" sería una carrera universitaria, por ello, en los estudios nos exigía el máximo. El primer escalón fue mandarnos internos a un Colegio de Quintanar del Puente, en Palencia, en la Castilla profunda, dirigido por exmilitares, allí estuve un año, el del primer curso de bachillerato. Luego el "programa" incluía pasar a Santoña, en Santander pero como mi hermano mayor había cubierto estas dos etapas y debía ingresar en la Universidad, en Barcelona, yo también me trasladé allí para terminar el bachillerato. En aquel momento tenía 13 años e ingresé en el Colegio San Ignacio de Loyola, donde estuve hasta el ingreso en la Universidad.

Para estudiar una carrera de Ciencias, ¿es así?
No fue exactamente así aunque mi padre consideraba que dichas carreras eran "superiores" a las de Letras. Por ello mi hermano mayor es ingeniero de Telecomunicaciones, mientras que los tres restantes estudiaron Derecho y yo Periodismo.

Periodista por vocación, sin presión ajena alguna.
Sí, desde los 15 años ya me gustaba escribir, también leer y estar al día de todo cuanto ocurría. Me gustaba leer las páginas literarias de los periódicos pero también "redactar" a mi aire los acontecimientos diarios que iban sucediendo. Para mí, ya en aquellos años, consideraba al periodismo como era una modalidad literaria, con un contenido real.

¿Qué significó para ti acceder a la Universidad?
Entrar en un mundo mágico … en aquel momento se cerraba un ciclo y se abría otro, el pasar de las Escuelas de Periodismo a la Universidad. Ello significaba que la carrera de periodismo adquiría otra dimensión, que te garantizaba una formación superior, era como dar un salto de diplomado a licenciado.

Cambio que ocurría, si no recuerdo mal, en la década de los setenta.
Efectivamente, en 1973, dos años antes de que yo iniciara la carrera, y lo hacía en un momento de eclosión, cuando la carrera de periodista estaba en alza y se igualaba a otras como Derecho en cuanto a cursos se refiere, cinco en total … además se adaptaba a las necesidades del momento y se le daba mayor contenido académico.

Era la hora en que el periodismo adquiría otra dimensión y otra proyección.
Ganando cotas de popularidad con el periodismo viajero y corresponsalías en los lugares en donde nacía la noticia. Manuel Leguineche, De La Cuadra o Jesús Hermida y algunos más estaban en primera línea lo cual hizo que muchos estudiantes se decantasen por el periodismo creando una masiva presencia de estudiantes en las aulas.

Una masificación que también tuvo otro origen, ¿cierto?
Del todo, en España solo había tres universidades en que pudieras estudiar Periodismo, la Complutense, de Madrid, la de Barcelona y la de Navarra. Ni en el País Vasco, ni en Andalucía o Valencia era posible estudiarlo, lo que obligó a introducir el "numerus clausus". Yo me he visto compartiendo pupitre con compañeros vascos, o valencianos, sin embargo dicha masificación daba "mucho juego".

Para tu doctorado elegiste la Complutense, ¿por qué razones?
Principalmente para que Juan Cantavella Blasco pudiera ser el director de la tesis. Hoy si estoy donde estoy, es gracias a él, dándose la circunstancia de que yo no coincidí con él en su etapa de director del "Menorca", nos fuimos conociendo por sus visitas a la Isla principalmente para dar alguna conferencia en el Ateneo; los contactos ocasionales derivaron en amistad y desde el primer momento me insistió en que debía dar este paso y, lo di, director de tesis y sobre todo amigo … también quiero apuntar "la tenaz y bienintencionada vigilancia que se ha preocupado de observar mi queridísimo amigo Manuel Elices Calafat", que incluso tuvo la delicadeza de asistir a la defensa pública de mi tesis".

A buena gente te arrimaste, ya que ambos son de "buen paño" … pero seguimos. El periodismo, que en estos momentos no viste sus mejores galas, tomó otra dirección, la que el país exigía.
Fruto de la gran expansión de los medios de comunicación el periodismo fue creciendo y adoptando una posición de privilegio gracias a una libertad individual plena, legal y constitucional lejos de la que emanaba el régimen monolítico anterior, hasta el extremo de poder afirmar que he sido un privilegiado al no tener que ajustarme a determinadas "normas impuestas" …

Obligado por las circunstancias debe preguntarte: ¿es un momento necesario para la fusión entre empresas periodísticas?
Obligada e irremediablemente y motivada por razones empresariales, habrá "fumata blanca", a pesar de que no hay encaje y de que exista diferencias en el ideario y otras sutilezas apreciables.

La prensa escrita, ¿puede llegar a desaparecer?
No porque muchísimos periodistas de "pluma" van más allá del periodismo instantáneo. Me explicaré, cualquier acontecimiento puede, casi en el instante mismo de producirse, llegar a internet, a las pantallas de TV o a la radio pero solo "se colgará" la noticia, no las causas que lo han provocado y es éste el "periodismo de interpretación", el que profundiza en las razones de los hechos, éste es el periodismo que perdurará.

Pero, la televisión o la radio, ¿no están en mejores condiciones para subsistir?
Es evidente que ellos tienen la inmediatez de la noticia, pero profundizar en ella, razonar sobre las circunstancias de la misma seguirá en manos de los profesionales que se aferren al "periodismo de interpretación", el que abre todas las vías que te llevan a conocer la verdad.

Mi siguiente pregunta admito que es de cajón. En España, ¿seguimos leyendo poco?
Seguimos ocupando el nivel más bajo de lectura de Europa, tanto de prensa como de novelas, ensayos y demás, de libros. Somos un país con índices de lectura bajísimos, lo cual nos lleva a la conclusión de que carecemos del hábito de la lectura tanto de libros como de prensa, lo cual nos lleva a pensar que nuestro nivel cultural es relativamente bajo, muy bajo.

Tú formas parte, como Patrono, de la Fundació Rubió i Tudurí, en este momento, ¿es posible el entendimiento entre las dos partes litigantes?
Algo necesario e imprescindible para que la Fundació cumpla con su legado, sin embargo a corto plazo ni los patronos ni la familia están en las mejores condiciones para que este entendimiento se haga realidad. Debería existir una fórmula para llegar a ello pero es difícil … la paz debería firmarse, pero después de 12 años de litigio la situación se ha convertido en extremadamente incómoda.

Pero a causa de esta falta de entendimiento quien pierde es Menorca y vosotros, los patronos, los que la sufrís dicha situación.
Si, porque no podemos llevar una acción cultural debidamente programada porque en los plenos nos vemos lastrados y obligados a tratar de otras cuestiones no culturales. Menorca evidentemente pierde y nosotros, los patronos, nos vemos frustrados, es aquello de "yo he venido a hablar de …" y ello crea una situación de perplejidad que nos lleva a un callejón sin salida.

Eres una persona con una amplia visión del mundo cultural menorquín, ¿cuáles son las razones de esta especie de "estado de gracia"?
Por kilómetro cuadrado la riqueza cultural de Menorca supera con creces cualquier comparación con el resto de las Islas Baleares. Hablando de ello, de dicha realidad, Josep Miquel Vidal Hernández decía que en el siglo XVIII Menorca era una "comunidad de Cultura" que confluía en dos apartados, el primero era el interés constante de la sociedad menorquina por el estudio. Que el Dr. Guardia estudiara en Montpellier o el Dr. Orfila en París dan testimonio de ello. El segundo punto era la visión de futuro que les llevo a crear una burguesía urbana capaz de concebir una importante industria y apostar al propio tiempo por el enriquecimiento cultural de sus hijos y de la propia sociedad, ahí están las entidades como el Ateneu menorquín, de breve recorrido o el Ateneo de Maó y demás sociedades que están en la mente de todos, entidades todavía pujantes y con un largo recorrido.

Existe, pienso que con buena intención, una oferta sociocultural amplísima e interesante, un abanico en que la elección es complicada. ¿Crees que una programación escalonada sería posible?
Cuanto me dices es cierto, en ocasiones pienso que hay más oferta que público. Lo deseable sería programar, con antelación y razonablemente consensuado, un calendario que evitases las duplicidades que hoy se dan. Hace unos años se intentó hacer efectiva tal propuesta pero, no tuvo éxito, las exigencias de unos y otros provocaron su "defunción".

Los menorquines, ¿pecamos de individualistas?
Yo diría que somos, más que individualistas, autosuficientes, incluso iría más lejos y diría que estamos obligados a serlo. La insularidad nos condiciona y nos dirige hacia una autosuficiencia que nos ha permitido estar donde estamos y ser capaces de liderar todo tipo de proyectos.

Tú, lo recuerdo como si fuera ayer, estuviste en la "hora de la verdad". Aquellos años llenos de renuncias y afán por proyectar un futuro de todos y para todos. La crispación actual, el personalismo dañino, la corrupción ¿tienen algo que ver con aquel momento histórico?
Nada, absolutamente nada. Hay pocos puntos de conexión entre este hoy y aquel ayer lleno de valores, capaz de orquestar una transición que encandiló a todos y que nos llevó a ser un referente mundial …

¿A qué valores te refieres?
La generosidad, de unos y de otros, el compromiso para estructurar un futuro mejor, la capacidad de entendimiento y sobre todo el espíritu de servicio , "eines" que propiciaron un clima de diálogo y de sacrificio que nos llevó a la reconciliación y a garantizar, a través de la Constitución, un mañana en igualdad, justicia, libertad y respeto.

Lamentablemente en este ir haciendo camino hemos perdido muchas cosas, incluso la estética. ¿Podemos recuperar la inocencia de aquellos momentos mágicos?
Difícil empresa pero al menos deberíamos intentar recuperar el "buen sentido" el saber decir, "he cumplido con mi deber y ahora vuelvo a casa, a lo mío …", pero no, buscamos consolidar de por vida un status que ha convertido la "vocación de servicio", en algo que solo busca el beneficio personal. Hemos hecho dejación del "nosotros" para fortalecer el "yo", como en la fábula del león cazador que al final se quedó con toda la pieza cazada.

"Puedo prometer y prometo …", ¿Recuerdas?, Adolfo Suárez, ¿un hombre para la Historia?
Indiscutiblemente Suárez fue un político providencial. Se le encargó desmontar el entramado de un estado monolítico y lo hizo con gran maestría. Su objetivo, el de homologar a España dentro de la Europa democrática, lo hizo con maestría y acierto. Las circunstancias del momento no tienen nada que ver con las de ahora, la ilusión que el cambio generaba era tanta como la voluntad de llegar a buen puerto, ahora necesitaríamos a un "higienista", a un "recuperador moral", alguien que erradicara las ambiciones personales de unos y otros y acabara con la corrupción, la que nos ha llegado a una situación crítica, enormemente complicada.

Para ti, de aquel ayer inolvidable, ¿cuáles son los momentos que enmarcarías?
Fueron tantos que la elección es extremadamente complicada, además cada uno de nosotros tiene su propio repertorio de recuerdos. Lo importante fue el espíritu y la aportación de los unos y de los otros, memorable, histórica.

Sería maravilloso recuperar el espíritu del 78 …
Sí, y te diré más; en ocasiones pienso que "el espíritu del 78", eres tú.

Gracias, pero ya en la recta final volvamos a tú tesis, "El menorquín Esteban Amengual, pionero de la crónica de viajes" … veo que en ella no te has olvidado de quienes estuvieron a tú lado, incluso de algunos que ya no están para compartir contigo éste momento de gloria …
Ellos, todos los que aparecen el capitulo de agradecimientos y algunos más se merecían éste reconocimiento y mi recuerdo; "La vida humana discurre con un signo tan inescrutable e irreversible que, tristemente, dos de mis queridos amigos han fallecido mientras hacía la revisión de la tesis: Àngel Mifsud y Josep

Miquel Vidal Hernández. Que la tierra les sea leve …"

Rodeado por tus cuatro mujeres, ¿Qué le pides a la vida?
Poder seguir siendo útil en el campo de la cultura de Menorca.
No todos, afortunadamente, hemos perdido el sentido de la estética.