El conseller responsable de la regulación que afecta a los taxis, Luis Alejandre, presentó ayer la propuesta, que comentó con el presidente Tadeo antes del inicio de la reunión, y que será estudiada por los alcaldes. En la foto, Águeda Reynés, Francesc Ametller, Luis Alejandre, José María de Sintas y Vicente Coll. | Javier Coll

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El equipo de gobierno del Consell planteó ayer a la junta de alcaldes el reparto de 38 tarjetas intermunicipales para licencias temporales de taxi. Estas autorizaciones para operar en toda la Isla se distribuirán entre los ocho municipios y si uno renuncia a alguna de ellas se podrá traspasar a otro. Ahora cada ayuntamiento debe analizar la propuesta de cara a tomar una decisión durante la próxima reunión.

La propuesta satisface, en un principio, las pretensiones del Ayuntamiento de Maó, cuyo equipo de gobierno fue quien puso sobre la mesa su intención de ofrecer licencias temporales y que estas dispusieran de autorizaciones intermunicipales, algo a lo que en principio se opusieron distintos ayuntamientos y ante lo que se mostró receloso el propio Consell. La alcaldesa Águeda Reynés comentó ayer que a Maó le corresponderían 18 autorizaciones intermunicipales según el planteamiento del Consell, una cifra que considera «razonable para llegar a un acuerdo», ya que sería lógico optar a tarjetas que no usaran otros pueblos sin demanda de temporales.

Cabe recordar que el Consistorio mahonés ha recibido unas treinta peticiones de licencias de taxi temporales, pero se sabe que algunas de estas podrían no fructificar, ya que la licencia implica comprar un segundo vehículo, entre otros importantes gastos. En cualquier caso, se estima positivo que el Consell no se oponga a las licencias temporales sino que se abra a la iniciativa de Maó. De hecho, la nueva Ley del Transporte que prepara el Govern autorizará a los ayuntamientos a conceder licencias temporales, pero deja en manos del Consell la tramitación de las tarjetas intermunicipales para que un taxi pueda operar en toda la Isla.

Águeda Reynés expuso además que el Ayuntamiento de Maó está dispuesto a firmar un nuevo plan conjunto de recogida de pasajeros, caducado desde octubre, por un año y en las mismas condiciones que el anterior, siempre que los consistorios de la Isla se comprometan a no suscribir contratos propios con asociaciones de taxistas concretas. Este acuerdo sería vigente hasta que entre en vigor la nueva Ley del Transporte, ya que entonces se podría activar de forma efectiva la concesión de licencias temporales. El equipo de gobierno municipal de Maó confía todavía en poder aplicar esta medida antes de los meses fuertes de la temporada turística.

El controvertido asunto de la regulación del taxi en Menorca fue uno de los principales asuntos de la junta de alcaldes, en la que se volvió a hablar de una posible emisora única y de las dificultades que esta opción comporta en una economía de libre mercado.