MIguel Ángel Furones. | Josep Bagur Gomila

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Miguel Ángel Furones es uno de los publicistas de referencia de este país y fuera de él. Con 45 años de experiencia a sus espaldas, ha sido el creativo español que ha ocupado el cargo más alto en una red multinacional de publicidad. Ahora es presidente de la agencia Publicis Iberia.

El título de su conferencia, «Nunca digas tengo una idea», parece contrario al espíritu del emprendedor...
- La frase me la dijo un director de arte: «No digas tengo una idea, sino suelto una idea». Las ideas se sueltan para compartir con los demás y de la mano de otros crecen.

Una filosofía exportable a cualquier sector, supongo.
- Sí, ya que creo que ciertos iconos que se han creado sobre la mítica de un personaje son más leyenda que realidad. En una realidad como esta lo que funciona es porque detrás hay varias cabezas. Mi experiencia en agencias de publicidad así me lo dice.

Entonces la clave es saber trabajar en equipo.
- Es muy difícil, sobre todo en aspectos creativos, donde las vanidades y los egos juegan un papel fundamental. Lo más difícil es gestionar individualmente la vanidad de cada uno. Además, el director del equipo debe saber gestionar la vanidad del grupo. Ha habido casos de agencias muy brillantes que, tras un momento de esplendor, han caído porque el éxito las ha matado.

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¿Cómo se gestiona un equipo?
- Cada uno tiene su método, pero el mío se basa en relaciones muy personales. Además de saber quiénes son profesionalmente los miembros de mi equipo, siempre intento saber cómo les va en la vida personal, apoyarles y de esta manera disfrutar de la relación. La gente debe sentir que estar juntos trabajando es realmente un placer.

Aquello del jefe en un pedestal por encima de los demás pasó a la historia.
- Nunca lo he sabido aplicar, ni tampoco habría querido. A mí me gustar estar con la gente, y por eso nunca he sido capaz de ser jefe a la vieja usanza.

En el mundo de la publicidad, parece que innovar es aún más necesario para sobrevivir que en otros sectores.
- Sin duda. Esto es un cambio permanente, y ahora la comunicación digital está asumiendo el protagonismo.

¿Cuál ha sido el cambio más brusco en sus 45 años de carrera?
- La irrupción de la televisión, que hizo caer a varias agencias por no saber adaptarse a las nuevas características. Pasar de la orden a la seducción no fue fácil.