La alegría fue la tónica de la prueba deportiva | Javier Coll

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«Mucha gente pequeña haciendo cosas pequeñas, en muchos lugares pequeños, puede cambiar el mundo». Ese fue el lema de la segunda Cursa Solidaria La Salle-Proideba que se celebró ayer en Maó, y que volvió a ser todo un éxito de participación, según reconocía poco después de recorrer los 7,5 kilómetros de la prueba el coordinador de La Salle en la Isla, Carlos Roca. Y es que el evento, que se organizó con la colaboración de la firma Elitechip, logró convocar a 354 atletas de todas las edades, medio centenar más que en 2013.

Los fondos recaudados a través de las cuotas de inscripción en la carrera tienen como objetivo, según explican los promotores de la iniciativa, «ayudar al tercer y cuarto mundo», algo que harán a través de las acciones que desarrolla la ONG Proideba. Pero se trata de un proyecto que va más allá de lo solidario, ya que entre sus propósitos también figura sensibilizar sobre la importancia de los beneficios que aporta la práctica de la actividad física desde el punto de vista de la mejora de la condición física, la salud y las relaciones sociales.

Proideba, que trabaja en los centros de La Salle de Manacor, Inca, Pont d'Inca y en la comunidad educativa de Ibiza, además de en Maó y Alaior, llega a sensibilizar a más de 4.500 personas entre alumnos y familiares. Vistos los resultados de cosechados ayer y con la mente puesta en consolidar la prueba dentro del calendario de actividades deportivas de Menorca, desde La Salle, tal y como reconoce Carlos Roca, ya están pensado en volver a superarse el año que viene.