Imagen de los estudiantes realizando las pruebas académicas | Javier Coll

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Mochilas cargadas de nervios, de fechas, números, efemérides y con algún que otro amuleto de la suerte que les ayude a que las horas de estudio surtan efecto. Así se presentaron los 346 alumnos menorquines que se enfrentaban este martes a la primera jornada de las pruebas de acceso a la universidad, celebradas en el polideportivo del instituto Josep Miquel Guàrdia de Alaior. Todos ellos pusieron hilo a la aguja para pespuntear su mejor futuro, aunque de momento se proyecte incierto.

A los nervios habituales de la Selectividad se sumó una inquietud añadida. Y es que los estudiantes apuntaban que les han faltado un par de semanas para poder «acabar temarios» y, por tanto, han necesitado recibir «clases de repaso» tras un inicio de curso convulso. «Nos ha faltado tiempo para acabar el temario», señalaban algunos estudiantes y agregaban que «hemos tratado todos los temas porque los profesores se han organizado el tiempo muy bien».

«Algunos contenidos los hemos tratado con más rapidez que otros». Otros jóvenes apuntaban a que «en algunas asignaturas nos han dado clases una vez finalizados los exámenes del curso para acabar de preparar el temario de Selectividad».

Algunos alumnos también señalaban que en una prueba de Castellano se pudo elegir entre una pregunta sobre el período anterior a la Guerra Civil u otra sobre el posterior. Los estudiantes achacaban este hecho a que se les facilitaba la tarea de estudio como consecuencia de la huelga.

Los exámenes celebrados el martes tuvieron en cuenta temas de actualidad. En el examen de Inglés se abordó la repercusión de las redes sociales, mientras que en el de Castellano los futuros universitarios tuvieron que escribir sobre si la sociedad es actualmente más o menos feliz.