Imagen del "Passió per Formentera" fondeado en la bahía de Ciutadella | Archivo

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El buque «Passió per Formentera» de la compañía Baleària deberá fondear desde ya a más de dos kilómetros de la costa. Capitanía Marítima concedió ayer la autorización que le había requerido Ports de Balears para alejar el barco una milla náutica más y así mitigar en mayor medida las molestias acústicas que padecen los vecinos de Son Oleo, Sa Farola y el Paseo Marítimo de Ciutadella.

La medida se aprobó apenas horas después de que el alcalde Ramón Sampol y el director general de Ports, Antoni Deudero, se reunieran durante la mañana con una representación de los vecinos afectados, que llevaban días exigiendo nuevas soluciones para mitigar en mayor medida el problema. En las últimas horas, incluso, había corrido la voz entre los afectados de que los ruidos generados por los motores del barco podían deberse al uso de combustible de baja calidad, lo que -pese a no ser corroborado por la administración- había avivado la indignación.

Pese a ello, el director de Ports espera «que esta decisión sea suficiente para devolver la tranquilidad a los vecinos». Deudero solo lamenta «que el puerto se pusiera en marcha sin estar acabado y que se carezca de instalaciones para que los buques puedan apagar los motores una vez atracados», lo que ha obligado ahora a exigir a Baleària que tenga el navío fondeado en la bahía durante las horas previas al embarque.