La convocatoria del periódico tuvo una gran aceptación entre los lectores | Josep Bagur Gomila

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La finca de Subaida fue ayer el escenario del primer gran encuentro de la familia del Club es Diari. Allí se reunieron 200 suscriptores del MENORCA, que disfrutaron de una agradable mañana en el campo, pese a las pasajeras inclemencias del tiempo. Pero el chubasco que sorprendió a los visitantes en torno a las 11.30 horas no logró empañar una jornada en medio de la naturaleza y el espectacular paisaje que ofrece el lloc ubicado en el municipio de Es Mercadal.

Fue uno de los responsables de la explotación agraria y ganadera, Matías Montañés, quien recibió a los suscriptores de «Es Diari» para darles la bienvenida y dar a conocer algunos detalles de una finca que es propiedad de su familia desde el año 1843. El empresario se centró en explicar con detalle a los asistentes el trabajo y los esfuerzos que realizan a diario en Subaida para conseguir que uno de sus productos estrella, el queso, salga siempre igual. Ahondó en cuestiones tan importantes como que las vacas coman siempre lo mismo, así como el control de los periodos de lactación y de la temperatura. Y aun así, conseguir que el queso siempre sepa igual, resulta una tarea «muy difícil», ya que muchos otros factores que entran en juego, confesó.

Hecha la introducción, el primer turno de la visita realizó una excursión por las instalaciones, durante la que pudieron ver como los animales pastaban en las praderas. Sin embargo, la lluvia obligó a cobijarse en el edificio principal, donde pudieron disfrutar de una degustación de productos típicos elaborados en la finca, además de frutas de la zona. Y todo ello amenizado por música popular menorquina, interpretada para la ocasión por Joan Carles Villalonga y Héctor Pons, en cuyo repertorio no faltó «Sa balada d'en Lucas».

Pasado el chaparrón, el segundo turno, en el que participaron otro centenar de personas, sí que pudo realizar una visita más completa a las instalaciones. En este caso tuvieron la posibilidad de conocer a fondo todo el proceso de elaboración del queso. Explica al respecto Montañés que la finca se abrió a las visitas y degustaciones hace aproximadamente una década, una decisión que vistos los resultados consideran muy acertada ya que «el hecho de que se pueda ver cómo se hace el producto fideliza a los clientes».

En definitiva, una visita de la que los suscriptores disfrutaron en un gran ambiente, y que fue la primera de un buen número de actividades que se realizarán en el futuro.