Pese a la meteorología estival las playas y zonas turísticas de la Isla registran poca afluencia | Javier Coll

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«Nosotros hace años que ya no consideramos el mes de octubre un mes turístico». La frase del director general de la patronal de la pequeña y mediana empresa (PIME), Jordi Bosch, es paradigmática del desamor que vive el sector turístico con el teórico último mes de la temporada. El objetivo de alargar el periodo de actividad turística está cada vez más lejos, y todos los subsectores implicados en el motor económico insular coinciden en afirmar que este octubre está siendo «flojo», «peor que el año pasado» e incluso inexistente turísticamente.

La caída al mínimo de la oferta de vuelos y plazas de los turoperadores en el mes de octubre provoca una enorme carestía de conexiones para satisfacer una demanda que está ahí, según explican desde las agencias de viajes, que alertan de los altos precios que se están cobrando, sobre todo en los vuelos de retorno, con precios que alcanzan los 400 euros por un vuelo de Menorca al Reino Unido.

Actualmente solo operan con la Isla el mayorista TUI, aunque ha disminuido considerablemente el número de plazas que oferta, y los turoperadores franceses Marmara y Plein Vent, que dirán adiós a la conexión francesa en la primera quincena del mes.

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