La primera teniente de alcalde de Hacienda, Francisca Marquès. | Josep Bagur Gomila

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Tras un mandato repleto de recortes y «sacrificio» económico, el gobierno de Ciutadella ha presentado a la oposición una propuesta de presupuestos para el próximo año que mejora sensiblemente las cifras. En especial, porque ha ingresado más de lo esperado, termina de pagar un préstamo que le suponía 371.343 euros al año y, sobre todo, porque en marzo se levanta el 'castigo' de Madrid, que desde 2012 y durante tres años le ha venido quitando el 50 por ciento de su participación en la recaudación de los tributos del Estado. Entonces, el Ayuntamiento ya habrá saldado los 6.232.300 euros de deuda que contrajo para hacer frente al pago a los proveedores que acumulaban facturas pendientes de cobro desde mandatos anteriores.

El resultado es un presupuesto de 30.713.731 euros, superior en 786.892 euros (un 2,6%) al del presente ejercicio y que incrementa significativamente tanto la partida de inversiones como la de gasto general. «Y eso que el control del Ministerio estos años ha sido intenso», apunta la primera teniente de alcalde, Francisca Marquès, satisfecha del «ingente trabajo de contención y saneamiento de nuestras cuentas que se ha hecho a lo largo de todo el mandato. Posiblemente hemos dejado de impulsar medidas y prestar servicios que la ciudadanía nos demandaba, pero no teníamos otra opción».

Aparte de afrontar el pago a los proveedores, Marquès presume de haber reducido la deuda acumulada por el Ayuntamiento desde los 31,6 millones de euros con los que se encontró al inicio del mandato hasta apenas 21,5. La rebaja, superior a los 10 millones de euros, ha supuesto disminuir el déficit heredado de la institución en casi un 32 por ciento.

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