En la Cala Sant Esteve ha aparecido una barca hundida | Carlos Pons Camps

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Menorca volvió ayer paulatinamente a la normalidad tras la accidentada jornada del martes, cuando la alerta roja decretada por la Agencia Estatal de Meteorología provocó más de medio centenar de incidencias que llevaron en jaque a los diversos cuerpos de seguridad. «La mayoría de las intervenciones -relataba ayer el jefe de los bomberos, Joan Gorrias- han sido por caída de árboles o rotura de ramas que suponían un peligro real, así como por la caída de antenas y rotura de bajantes de agua en edificios que hemos tenido que asegurar».

A primera hora, con la alerta aún activada -aunque de menor rango- los restos aún eran bien visibles en distintos puntos de la Isla. Barcas hundidas, playas sin arena, mobiliario roto, suciedad por doquier... Eran algunas de las evidencias en el día después del temporal a lo largo del litoral.

No obstante, el tiempo tardaría bien poco en mejorar. Así, pasadas las once de la mañana el puerto de Maó pudo reabrir su actividad, mientras que el de Ciutadella lo hizo sobre las 13 horas, restableciendo con ello el tráfico diario habitual con los puertos de Alcúdia y Barcelona.

Tanto el «Nura Nova» de Iscomar como el «Poeta López Anglada» de Baleària zarparon de Alcúdia a Ciutadella a mediodía. Por la tarde realizaron la ruta de vuelta.

Las temperaturas también volvieron a repuntar al alza, con máximas que alcanzaron los 13,5 grados y una mínima que, a las ocho de la mañana, marcaba tan solo 9,1 grados en el Aeropuerto. Las rachas de viento, que de madrugaban aún soplaban con fuerza (hasta un máximo de 78 kilómetros/hora), decayeron significativamente durante la tarde, cuando apenas sobrepasaban los 20. También el oleaje cedió en su intensidad, desde la cota récord de 7,97 metros alcanzada la tarde anterior en la boya meteorológica del puerto de Maó a poco más de tres.


Nueva alerta

Pero a las diez de la mañana de hoy volverá a decretarse una nueva alerta, esta vez amarilla, en previsión de fenómenos costeros en el litoral, viento del norte y olas de tres metros.
A partir de la medianoche está previsto que la Isla recobre plenamente la normalidad.