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Una 1.500 personas (entre 1.300 y 1.400 según fuentes de la Policía Nacional y en torno a 1.700 según los convocantes) se manifestaron ayer por las calles del centro de Maó contra la política territorial y urbanística del equipo de gobierno del PP en el Consell, y en especial contra su proyecto de reforma de la carretera general y las famosas rotondas a nivel inferior, que ya se están construyendo en el tramo entre Maó y Alaior.

Tras una pancarta con el lema «Qui estima Menorca no la destrueix», una heterogénea multitud desafió al gélido viento para lanzar el enésimo mensaje de protesta al presidente del Consell, Santiago Tadeo, constantemente interpelado en cánticos y consigas con una idea: «!Hay que parar este destrozo ya!».

La lenta y ruidosa comitiva partió de la plaza Explanada y avanzó por las calles Ses Moreres, Hannover, Nou y Arravaleta (la Policía Local no atendió la petición de los convocantes de pasar frente a la sede del PP). La llamada a la protesta la había realizado 'Menorquins pel Territori', una joven agrupación creada hace tan solo dos meses por un reducido grupo de estudiantes menorquines, que gracias a las redes sociales y al apoyo del GOB y de SOS Menorca lograron una considerable respuesta.

La punta de lanza de la protesta fueron los técnicamente llamados pasos a nivel inferior, que siguen alimentando la creatividad de los que entienden que existen alternativas menos agresivas con el paisaje. Cánticos como «Prou rotondes, prou ciment, Menorca és diferent» o «con tanta rotonda, Tadeo me mareo», los manifestantes dejaron claro que no se dan por vencidos, aunque todos los intentos políticos e jurídicos de parar el proyecto hayan fracasado: «Sí que se puede parar. Todavía quedan los tramos de Ciutadella a Ferreries y de Ferreries a Es Mercadal. Estamos a tiempo, hay alternativas».

El mensaje lo leyó una de las portavoces del colectivo en la plaza del Carme, donde desembocó una marcha que secundaron políticos de izquierda, sindicalistas y ecologistas, aunque lo convocantes quisieron dejar claro que «no somos de ningún partido», sino jóvenes que han recogido el «descontento social» y que defienden que las actuaciones que está llevando a cabo el Consell, no solo con la reforma de la general, sino también con la aprobación de la Norma Territorial Transitoria (NTT), «rompen el modelo de Menorca que la diferenciaba del resto de Balears».

El manifiesto recogió ideas como que la Norma Territorial «dejará el territorio menorquín muy vulnerable» y apeló al gobierno insular: «Les tendría que dar vergüenza destruir nuestra isla sin consenso ni transparencia». Llamamientos a «no dar carta blanca a los gobiernos destructivos» y a «hacer oír la voz del pueblo», tanto en la calle como «en las urnas» dieron paso a una nueva convocatoria de protesta, la que pretende que el próximo sábado 3 de enero, la manifestación se traslade al terreno con el objetivo de conseguir cortar la principal vía de de la Isla a la altura de Alaior.