Vista general de la muestra en el anexo del instituto | Gemma Andreu

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Pocos -o sería aquí más justo usar el femenino-, se resisten a rebuscar entre montones de ropa o zapatos a la busca del ofertón y la ganga. Si además a las oportunidades se añade alguna actividad infantil y la posibilidad de arrimarse a una barra y tapear mientras otros miembros de la familia miran y comparan etiquetas, el éxito está asegurado. Ese ha sido uno de los planes del pasado fin de semana en la agenda de Alaior, con la celebración de la séptima edición del Mercat d'Estocs i Tapes en el anexo del instituto Josep Miquel Guàrdia.

Durante tres jornadas la Asociación de Comerciantes de Alaior, con el apoyo del Ayuntamiento y la colaboración de diferentes firmas comerciales, ha transformado el polideportivo en una feria con la exposición de sus productos, a precios especiales, y la combinación de la degustación de tapas, ofrecida por los bares participantes.

El balance de esta nueva edición de la feria de stocks, la primera bajo la presidencia de Maria Cortadellas en la entidad, es positivo. «Es verdad que en los momentos que ha hecho mal tiempo, lluvia y viento, la afluencia ha bajado un poco, pero luego se ha recuperado», señaló ayer, a punto ya de desmontar los estands después de un largo fin de semana de trabajo.

Cortadellas, que como propietaria de un negocio de ropa infantil y puericultura ha asistido ya a diferentes muestras, cree que la de este año ha mantenido la afluencia de ediciones anteriores; aunque el cálculo nunca puede ser exacto ya que la entrada a la feria de stocks de Alaior es libre, por lo que no se puede contabilizar venta de tickets.

Objetivo claro

Las impresiones de los comerciantes no obstante son buenas. Cortadellas afirma que, en su caso particular, tiene ya una clientela fija y que la mayoría de los que se acercan al mercado «saben lo que quieren, vienen ya directos a por un determinado artículo y compran las marcas más caras».

Lo que significa que muchos consumidores de Alaior aguardan a la oportunidad que supone la feria de comprar productos que consideran atractivos pero a mejor precio.

Pero la muestra, situada en una zona con fácil aparcamiento, también atrae a clientes de muncipios vecinos, sobre todo porque se ha convertido en una actividad más del calendario invernal y permite comprar, pero también entretener a los más pequeños de la casa, con la instalación de un boti-boti y ayer domingo, con el espectáculo de cuentacuentos de Laia Garcia.