El diestista-nutricionista Josep Lluch y el doctor en Farmacia Gabriel Mercadal. | QV

TW
4

La desnutrición es muy frecuente en los pacientes oncológicos y está presente en el 40 u 80 por ciento de los casos, según el tipo de tumor, localización y estadio tumoral. A partir de esta circunstancia, 61 pacientes oncológicos del Hospital Mateu Orfila han mejorado su calidad de vida y han recuperado parcialmente el peso perdido gracias a un apoyo nutricional que han recibido durante su tratamiento de radioterapia o quimioterapia.

Son los primeros resultados obtenidos un año después de implantarse un proyecto de investigación que promueven el doctor en Farmacia y Nutrición y especialista en farmacia hospitalaria en el 'Mateu Orfila', Gabriel Mercadal, y el dietista-nutricionista asociado al servicio Josep Lluch, en colaboración con un equipo multidisciplinar de profesionales.

Desde marzo del año pasado se han analizado 112 pacientes con una media de 64 años, de los que 71 han dado positivo en riesgo de desnutrición. Se trata de 35 hombres y 36 mujeres con diagnósticos tumorales principalmente de cáncer colorrectal, mama y pulmón. De estos 71 pacientes, 61 han recibido una intervención nutricional por parte del dietista. Se ha constatado una mejora en la calidad de vida. El estudio piloto ha consistido en valorar la situación nutricional con un método de cribado de todos los pacientes neoplásicos mayores de 18 años que han visitado las consultas externas de oncología para iniciar tratamiento.

El programa piloto reduce a la mitad los índices de malnutrición
Además de la mejora de la calidad de vida de los pacientes oncológicos, los profesionales de este estudio piloto han detectado una mejora en lo que respecta a la pérdida de peso, uno de los principales síntomas del cáncer. El doctor Josep Lluch explica que la población estudiada presenta una media de pérdida de peso de 6,3 kilos y la recuperación ha sido de unos 2,8 kilos tras seis meses desde la primera valoración.

Además, agrega que en la primera visita el 57,1 por ciento de los pacientes fueron clasificados con riesgo de desnutrición o desnutrición moderada. En cambio, en las valoraciones posteriores este porcentaje bajó a un 30 por ciento.