El presidente Santiago Tadeo y la consellera Marta Vidal | Gemma Andreu

TW
0

El reglamento elaborado por el Consell para adaptarse a la Ley de Ordenación y Uso del Suelo (LOUS) de Balears busca ser un «manual de uso del urbanismo» y establecer unas normas que, según afirmó este martes la consellera de Ordenación Territorial, Marta Vidal, «deben ser claras, fáciles de aplicar y previsibles». Vidal presentó junto al presidente del Consell, Santiago Tadeo, un texto que consta de 469 artículos y que será aprobado de forma inicial en el último pleno del mandato, este mismo mes.

Una de las novedades que introduce el reglamento es que se podrá ordenar la demolición inmediata -con un plazo de dos meses-, de obras que constituyan una infracción urbanística flagrante y que sean «no legalizables notoriamente», anunció la consellera. El objetivo, añadió, es evitar que se acumulen expedientes sin ejecutar sobre obras «manifiestamente ilegalizables», una dilación que «no beneficia a nadie» y que puede dar lugar «a la picaresca de mantener una infracción durante mucho tiempo», declaró.

La orden de demolición la dará la administración competente, el Consorcio de Disciplina en el suelo rústico y los municipios cuando sea urbano, aunque el Consell podrá actuar de forma subsidiaria. Para las infracciones cometidas antes de la aprobación definitiva del reglamento se fijará un régimen transitorio.

El reglamento genera, según expuso Tadeo, la «máxima seguridad jurídica», requisito básico, añadió, para atraer inversiones a la Isla. Un documento que aúna normativa «dispersa», según Vidal, y que abarca tanto planeamiento, como gestión y disciplina.

«En este texto está todo lo que un ciudadano o un funcionario debe saber para tramitar un proyecto o un plan general», aseguró.

En cuanto a planeamientos, otra novedad es que se regula la aprobación definitiva parcial de un Plan General, para poder dar licencias y aplicar esa parte aprobada mientras, si es el caso, se subsanan posibles deficiencias