El presidente Pedro Gener y la secretaria general, Maite Torrent, escucharon reproches de parte de los cargos y militantes. | Gemma Andreu

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La primera junta local celebrada en la noche de este lunes por el Partido Popular de Ciutadella tras el fiasco electoral del pasado domingo 24 de mayo terminó con un inesperado cierre de filas y un alegato común a la unidad.

Pese a la evidente división interna del equipo de gobierno, agudizada tras la reciente reprimenda pública de la concejal Inmaculada González al alcalde en funciones Ramón Sampol, y las elocuentes discrepancias del entorno del exalcalde con la actual dirección, sobre todo con el presidente Pedro Gener, las dos horas de reunión concluyeron sin estridencias ni bajas de militancia.

Tampoco la del exalcalde José María de Sintas, quien el 28 de abril anunció su baja inmediata del PP en disconformidad con la dirección local del partido, y todavía sigue de alta como afiliado.

Apenas hubo sonoros reproches de los más críticos por los 1.971 votos perdidos respecto de los anteriores comicios, por otros tantos votantes tradicionales del PP que hace cuatro años apoyaron a José María de Sintas y que esta vez prefirieron abstenerse. De hecho, el PP pasó de cosechar 4.915 votos en 2011 a los escasos 2.944 de hace diez días.

La percepción de que buena parte del descalabro se debe a la gestión del gobierno municipal, en especial durante el último año -tras la dimisión de José María de Sintas- tampoco quedó reflejada en el acuerdo final de la junta, durante la que se atribuyó buena parte del varapalo en las urnas al influjo de la política nacional y de los casos de corrupción que tradicionalmente acostumbran a asociarse al PP.

Los resultados, calificados como «muy malos», merecen «una profunda reflexión y autocrítica», que obliga al PP a ejercer su «responsabilidad de reconstruir una alternativa de centro-derecha para Ciutadella». El objetivo es «recuperar la ilusión de buena parte de votantes que han preferido, esta vez, quedarse en casa antes de votar al PP».

Con la entrada de los seis nuevos concejales, el partido aprovechará para «reestructurar la junta local, con la incorporación de los nuevos miembros natos».

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