Es una de las pasarelas que registró desperfectos en una de las oscilaciones | Javier Coll

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Acuérdense del vídeo que se difundió hace un mes en las redes sociales sobre el efecto que producía la entrada de un buque de mercancías en el puerto de Maó, ocasionando una especie de rissaga. El fenómeno, que no es puntual, se ha saldado con los primeros desperfectos en las nuevas estructuras que se colocan para la ordenación de las instalaciones náuticas en la ribera norte del puerto de Maó.

La empresa gestora de los amarres de esta zona del puerto, Marina Menorca, advierte de daños en una pasarela de madera que da acceso a los pantalanes de Cala Partió. Además, lamenta cierto retraso en la ejecución de las obras por el hecho de que el efecto, conocido como squat, ya ha deteriorado en dos ocasiones el encofrado de estructuras en las que se está actuando. El gerente, Rosendo Vico, indica que la empresa ha trasladado su malestar a Autoridad Portuaria para que tome cartas en el asunto. Su principal preocupación radica en la afectación que tendrán estas oscilaciones en las embarcaciones que estén amarradas en S'Altra Banda. Agrega que el fenómeno afecta a toda la ribera norte, desde Cala Partió hasta Cala Llonga. Y teme una «convivencia complicada» si esta circunstancia se da todo el verano. Ç

Este efecto squat lo producen los buques de mayor eslora cuando pasan por una zona angosta y reducida, como es el caso. Al tener mayor calado, desplazan más agua y producen esta especie de rissaga en la que el agua empujada por el buque en su avance retorna por los costados hacia la popa y por debajo del casco, llenando el vacío que produce el desplazamiento a lo largo del canal. La zona por la que discurre primero se vacía y luego se llena de agua. Este efecto aumenta si el buque necesita incrementar la velocidad.


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