Joana Gomila, alcaldesa de Ciutadella | Gemma Andreu

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La profesora Joana Maria Gomila Lluch (Ciutadella, 1967), la primera alcaldesa del PSM en la ciudad, la protagonista del histórico vuelco electoral que ha dado a la izquierda su mayoría más amplia, lleva 55 días intentando darle la vuelta también al Ayuntamiento. Empieza el cambio, y lo explica en hora y media de entrevista, sin necesidad de hablar de las fiestas de Sant Joan. Primera prueba superada.

¿Qué hizo el miércoles que le impidió asistir a la recepción oficial del Rey Felipe VI en Palma?
— Dedicamos toda la semana a atender al ciudadano, intentar solucionar sus demandas y mejorar la coordinación interna del equipo de gobierno, y esta es nuestra prioridad. Pero si el Rey viene a Ciutadella no tendré problema en recibirlo. Como alcaldesa no represento a mi partido, el PSM, sino a toda la ciudadanía, y actuaría igual con el Rey que con la presidenta del Parlament.

¿No tiene nada que pedirle al Rey, ni sobre la herencia Balada?
— No creo que una cena con 400 invitados sirva para eso. Antes le enviaría una propuesta por escrito. Nos hemos reunido con las presidentas del Consell y el Govern, y hemos pedido al conseller de Movilidad y a los ministerios de Justicia y Fomento que se desplacen a Ciutadella para ver in situ los espacios sobre los que formulamos nuestras peticiones. Con el Rey haríamos lo mismo.

Entonces, si el año que viene la situación del Ayuntamiento ya se ha estabilizado, ¿podrá asistir a la recepción del Rey?
— Sí, no habrá ningún problema. De verdad, no ha habido ninguna intencionalidad política en mi ausencia.

Dos vecinos del bar Sa Xarxa se han querellado contra el exalcalde Sampol ante el Juzgado, que ya ha admitido la denuncia, y ésta podría ampliarse a usted, hasta inhabilitarla como alcaldesa, si no se actúa. ¿Llegará a cerrarse la terraza?
— Existe una ordenanza aprobada desde junio del año pasado que hay que hacer cumplir, y Sa Xarxa ha venido disfrutando de una terraza no autorizada desde entonces. Como está en una calle, puede pedir permiso para instalarla junto a la puerta del local, pero no allí donde ahora. Por tanto, no es que neguemos a Sa Xarxa ningún derecho, sino que la ordenanza en vigor le impide ocupar ese espacio. Cuando se debatió la normativa, ya advertimos que cabía dar una respuesta a situaciones singulares que podían producirse en sitios como la Placeta des Be o la de la calle del Santíssim, pero no se quisieron abordar y eso ha hecho que el problema persista.

¿La ordenanza no limita demasiado la actividad comercial?
— No. Como PSM ya votamos en contra de la ordenanza, que al principio se gestó con gran participación pero que luego se aprobó a toda prisa. Y, claro está, quedaron cuestiones por solventar. Pero no creo que la ordenanza sea restrictiva. La vía pública es de todos los ciudadanos. Personalmente, acepto que un negocio pueda tener un reclamo en la calle pero lo que no comparto en absoluto es que deba sacar toda la tienda fuera. Y con los bares, lo mismo. Sentarse a tomar el fresco es muy agradable, pero el bar no debe primar. La Plaça Nova, por ejemplo, pierde todo su encanto en verano. Está demasiado repleta de terrazas.

También tenemos la plaza de Es Born llena de coches...
— Es Born es una plaza preciosa sin coches, pero para peatonizarla primero debemos crear suficientes aparcamientos. Lo que hay que vencer es la resistencia de los residentes a usar los parkings que nos parece que están demasiado lejos, cuando no es así. Pero los turistas estacionan sin problema, y en apenas unos minutos están en el centro.

¿Cabe un campo de golf?
— No es lo que mejorará el turismo, ni supone la oferta diferenciada que precisa la Isla y, además, comporta un impacto ambiental. Que jueguen a golf en Mallorca y en Menorca nos solucionen el transporte aéreo, que tenemos tanto potencial que no nos hará falta. Pero si la mayoría de ciudadanos cree que debe haberlo, para eso está el nuevo Plan General.

¿Y los patios interiores? El PSM fue el único grupo del gobierno tripartito que no apoyó en pleno la decisión de agilizar su legalización...
— Sí, pero ya dejamos claro entre los tres partidos que aquello que no estuviera reflejado en el pacto de gobierno cada cual lo votaría según creyera oportuno. Todos los concejales gestionan su área en nombre de todo el equipo de gobierno, pero las actas sí son personales y cada uno puede votar en función de lo que piense.

¿Que PSOE y Gent x Ciutadella votaran diferente en este punto o los socialistas se desmarcaran del protocolo sobre los medios de comunicación no es una división?
— Una división entendida como una desavenencia, no.

Pero que un concejal tenga que gestionar una iniciativa que no comparte es extraño...
— Puede parecer extraño, pero sabíamos de antemano lo que iba a votar cada grupo. Y todos hemos firmado un pacto de buen gobierno que nos compromete a actuar así, para cambiar la vieja manera de hacer política. Solo si alguien votara diferente sobre aquello que consta en el pacto de gobierno sí sería una división.

Se la ve preocupada por garantizar la estabilidad del gobierno.
— No, para nada. Todos cuentan con mi plena confianza. Si algún concejal hace algo mal se lo diré en privado, pero no saldré públicamente a machacarlo. Un equipo es esto: un grupo de personas que suma aciertos y errores, pero que todos son compartidos. Si tuviera desconfianza simplemente no dejaría que nadie hiciera nada más que yo. Debemos separar el gobierno del partido para no difundir un logro o compromiso como algo de un solo grupo.

Pues el PSOE lo ha hecho esta misma semana con la polémica sobre la gestión del cementerio.
— Ya lo sé, y he tenido que recordarles nuestro compromiso común. A mí no me cuesta reconocer cuando me equivoco. No tengo problema en aclarar las cosas, porque entiendo que hablando se entiende la gente. Pero lamento que el portavoz del PP no se disculpara cuando se quejó de que no colgamos sus mociones en la web institucional simplemente porque no las mandaba al departamento de informática, que es el encargado de subir los contenidos.

¿Por qué han puesto en marcha esta estructura transversal de gobierno que implica a diversos concejales en cada área?
— Para que no haya áreas estancas y el seguimiento de cada tema no sea solo conocido por unos pocos. No se trata de controlar a nuestros socios de gobierno, sino que nos habríamos organizado de la misma manera si el PSM tuviera mayoría absoluta.

Pero el ciudadano de a pie aún no sabe a qué concejal dirigirse...
— Es cierto. Cualquier cambio requiere una adaptación. Pero justo podamos colgaremos de la página web las áreas que lleva cada concejal.

Aparte de las adjudicaciones a dedo o de palabra del exalcalde cuando ya gobernaba en funciones, ¿se han encontrado alguna sorpresa más en el cajón?
— Nuestro objetivo no es ventilar las vergüenzas de la herencia recibida. Puntualmente, cuando sea necesario, sí tendremos que explicar cómo nos hemos encontrado las cosas, pero sin usarlo como excusa.

¿Teme que llegue finales de septiembre y no tenga todavía demasiado que vender a los 100 días?
— Los grandes cambios, como reorganizar el Ayuntamiento, necesitan tiempo y quizás ni siquiera cuatro años basten. Podríamos hacer las cosas sin participación y decidir sin consultar, para así agilizar más la gestión, pero queremos actuar como concejales al servicio de los ciudadanos. Por eso, no quiero que valoren los primeros cien días, sino las cosas que habrán cambiado al cabo de cuatro años. Este mes me reuniré con la oposición para pasar revista a los grandes temas. Al tener mayoría absoluta el equipo de gobierno podría decidir por su cuenta, pero preferimos ir todos a una.

Pues la lista de asuntos es extensa: la desaladora parada, la estación marítima y Can Saura cerrados, las cuevas de Cala Blanca sin dinero, el Teatre des Born...
— En todo estamos trabajando. La próxima semana vendrá el conseller a ver la antigua estación marítima y a decidir si nos cede el uso para poder convertirla en sede del Juzgado. Pero, además, hemos firmado el convenio para ejecutar el acceso a Cala Blanca, acometer las obras en diversos colegios, la calle Mallorca, sacar a concurso la gestión del Centre d'Art...

¿Qué opciones reales hay de 'salvar' Can Saura para usos culturales y poner los juzgados en la antigua estación marítima?
— Aún no hemos dado la licencia al Ministerio de Justicia porque estamos pendientes de los informes de respuesta a algunas cuestiones planteadas por la comisión de Patrimonio, y tampoco hemos cobrado todavía ninguna mensualidad porque no se ha mandado ninguna factura a Madrid. Además, valoramos si rescindir el contrato. He hablado con el arquitecto del Ministerio y lo único que quieren es tener una ubicación lo más pronto posible, aunque no sea Can Saura. Por eso, he pedido al conseller que venga, visitemos juntos la antigua estación marítima y me diga si, a corto plazo, es posible cedernos el edificio. Si puedo asegurar al Ministerio de Justicia que dentro de un año podrán trasladarse a la estación y que, en lugar de cuatro años, se la cederemos por ocho, creo que le conviene esperar.

También urge actuar en el Teatre des Born. El 24 de septiembre vence el año de garantía para poder reclamar por las obras...
— Por eso mismo hemos pedido al Ministerio que paralice la devolución del aval y tenemos ultimada la contratación de un arquitecto externo para que, juntamente con un abogado y un técnico municipal, hagan un estudio comparativo del proyecto original, el modificado y el que finalmente se ejecutó. Así sabremos el camino a seguir, a expensas de que representantes del Ministerio se desplacen a Ciutadella y podamos abordar conjuntamente el problema.

¿Se atreve a poner fecha a la reapertura del teatro?
— No, pues también debe redactarse un nuevo proyecto de equipamiento escénico. No me atrevo.

¿Son partidarios de construir en el dique los dos duques de alba que el anterior Govern del PP dejó a punto de adjudicar para así facilitar la llegada de barcos de mayor eslora a Ciutadella?
— Ports nos ha pedido opinión y puede que la del PSM, contraria, no coincida con la de nuestros socios de gobierno. Creemos que hay actuaciones más urgentes para disponer de una estación marítima de calidad que permita atender el tráfico marítimo y de mercancías. Cabe mejorar el recorrido del pasaje desde el muelle a la estación, ampliar la capacidad del parking para que la urbanización no haga de aparcamiento del dique, o quitar alambradas que dan una mala imagen del entorno... Pero cada partido fijará su postura la próxima semana y decidiremos.

¿Renuncia así a acoger barcos y cruceros de mayor eslora?
— Que vengan barcos de 180 metros, ¿qué oportunidad abre al municipio? ¿Que Acciona opere aquí o algunos cruceros dejen de ir a Maó?

No es un tema de Maó-Ciutadella, sino de distancias, y los trayectos son más cortos y para las navieras más económicos...
— No hay que ampliar un puerto para 'matar' otro que ya existe, que además es uno de los más grandes y se encuentra a solo 45 kilómetros.

Pero si PSOE, PP y UPCM estuvieran de acuerdo y sumaran así una mayoría para impulsar los duques de alba, ¿lo respetarían?
— Si nos viene una moción y se aprueba por mayoría, al equipo de gobierno no le quedará otra que materializarlo. El pleno es soberano.

¿Para cuándo la estación de autobús? Llevamos 15 años esperando.
— El Ayuntamiento no puede acometer la obra en solitario. Así que, a falta de financiación, vamos a reorganizar al menos el servicio de bus en Ciutadella. Hace falta un plan de movilidad y escuchar a todos, para que cuando se haga un traslado sea ya fijo y duradero. Como PSM, pensamos que el emplazamiento ideal no es frente al cementerio, como ahora, sino detrás de los cines del Canal Salat, y confiamos en que el PP, el PSOE y Gent se avengan. Y una vez tengamos la decisión, pedir dinero. El gobierno anterior situó el intercambiador en la Perimetral, pero no dejó ningún proyecto hecho.

Han renunciado a aplicar el 10 por ciento de incremento de los valores catastrales. ¿Eso es porque la situación económica ya no es tan grave? ¿Volverá a invertirse y a repartir subvenciones a las entidades?
— Podríamos haber aprovechado e ingresar un millón largo, pero valoramos que este ingreso no justificaba tocar el bolsillo del ciudadano. Además, como hay préstamos que vencen en 2016, subidas puntuales del catastro y ya no se recortará nuestra partipación en los tributos del Estado, la cantidad quedará finalmente compensada. ¿Qué habrá grandes inversiones? No. Y lo de subvencionar dependerá. Vamos a confeccionar los presupuestos en base a objetivos, y ya he pedido a todo mi equipo de concejales que fijen sus propuestas para el próximo año.

¿Dejará de sonar el Himno en la procesión de 'Els Tres Tocs'?
— ¿Acaso le interesa eso a la gente? Solo a la vertiente ideológica de algunos partidos que, desde uno y otro bando, han hecho un problema de esta cuestión. Si viene el Rey, toca que suene el himno, como ocurrió en el acto del Memorial Day. Me encontré extraña, pues no me siento en absoluto identificada, pero si toca, toca. Pero cuando no toca, el problema es querer meterlo a toda costa. Y en Sant Antoni, Diada del Poble de Menorca, la legislación no obliga a que suene. Es solo una cuestión política y, por tanto, dejará de interpretarse. No hagamos más un problema de lo que no lo es.