Las familias quieren tener las mismas opciones de elegir instituto que el resto de los alumnos de la ciudad

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Los padres de los catorce alumnos afectados por la anulación del concierto de Bachillerato del Colegio Concertado La Salle Maó exigen a la Conselleria de Educación que se repita todo el proceso de admisión y matriculación en los institutos públicos de Educación Secundaria de la ciudad. Pretenden que de este modo sus hijos cuenten con las mismas opciones de elegir centro y asignaturas que el resto de estudiantes ya matriculados, sin verse gravemente discriminados por esta decisión.

Así lo plantearon estos padres al delegado de Educación, Joan Marquès, en una reunión mantenida ayer por la mañana de la que no salieron nada contentos. Más bien todo lo contrario. Aunque se les garantizó una plaza en algún grupo de Bachillerato, aseguran que ni siquiera se les llegó a asegurar que sea en un instituto de Maó. Además, se tendrán que conformar con el centro que tenga vacantes, aunque no sea de su gusto, cuando si hubieran participado en el proceso ordinario de los institutos públicos muchos de ellos hubieran podido elegir. «La decisión de la Conselleria, a estas alturas del verano, cuando las matrículas ya están formalizadas, nos deja sin nuestro derecho a elegir», afirma uno de ellos.

Los padres salieron de la reunión con la sensación de que la Conselleria de Educación no tienen intención alguna de dar marcha atrás en la anulación de la concesión del concierto, aprobada de forma provisional en abril y en virtud de la cual se llevó a cabo el proceso de matriculación. Consideran débil el argumento de que el nuevo grupo ha tenido poca matrícula, ya que entienden que a esta nueva oferta hay que darle un tiempo para consolidarse. Además detectan una incongruencia cuando ayer se les comentó la posibilidad de ampliar los grupos en otros centros públicos para acoger ahora a sus hijos, si se da la circunstancia de que no hay suficientes vacantes en septiembre.

Los catorce padres han formalizado alegaciones, uno por uno, de forma individual, a la decisión de la comisión de conciertos de la Conselleria de Educación. De este modo se suman a las anunciadas por la dirección del propio centro y por la patronal balear de centros concertados Escuelas Católicas. Mientras tanto, las familias vienen unos días de incertidumbre al no saber en qué instituto van a estudiar el Bachillerato sus hijos en el próximo curso.