Anastasia, Claudia, Paula, Clara y Elena están molestas con la Conselleria de Educación | Javier Coll

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Están enfadadas. Tenían la matrícula para el primer curso de Bachillerato formalizada. Aparecían en el Gestib en toda regla. Algunos compañeros, incluso, habían pagado ya los libros de texto. Iban a continuar en su colegio de siempre, con sus amigas, en un ambiente que les gusta y que habían elegido. No obstante, todo cambió el pasado 6 de agosto, cuando desde la dirección del CC La Salle Maó se les informó que el concierto del Bachillerato había sido anulado por la Conselleria de Educación.

«Es frustrante estar sin instituto a menos de un mes de empezar las clases». Catorce son los estudiantes afectados. Anastasia, Claudia, Paula, Clara y Elena hablan en nombre de todos. «Estas decisiones tan precipitadas deberían estar prohibidas», aseguran.

Su mosqueo aumentó tras la reunión mantenida la semana pasada con el delegado de Educación, Joan Marquès. «Salimos igual que como habíamos entrado, solo nos garantizaron que tendríamos una plaza». No se conforman, ni de lejos. Quieren tener las mismas oportunidades que el resto de alumnos de su misma edad que aprobaron cuarto de ESO en junio, «tenemos derecho a elegir instituto, a que vuelvan a realizar la baremación».

La exposición del delegado no les convenció en absoluto. «No nos hicieron mucho caso». Es más, «teníamos la esperanza de que nos apoyara, pero se posicionó del lado contrario». Los argumentos de la Conselleria de Educación les parecen incluso contradictorios. «Nos dijeron que somos pocos alumnos en una de las opciones (tres), pero solo afecta a tres asignaturas y es una situación que se produce en los institutos públicos». Tampoco les convenció que como solución a la posible falta de plazas en septiembre se apuntara hacia forzar las ratios a 37 o crear un nuevo grupo, «es algo contradictorio, sería mucho mejor dejar el de La Salle, les sale incluso más barato». Cabe recordar que, tras el proceso de matriculación de julio, las plazas de Bachillerato de los tres institutos de Maó quedaron cubiertas.

Atribuyen la decisión «al cambio de Govern, es lo único que ha cambiado. El espacio del centro es suficiente, tiene los profesores, las matrículas...» Considera que se discrimina a Menorca y que para que algo funcione se debe dejar arrancar. Que les digan «igual el año que viene» no les sirve, a ellas, de nada.