Los apartamentos de la residencia cuentan con cocina, wifi, limpieza diaria, aire acondicionado, además de un servicio de voluntariado y spa. | C.G.

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Cinco meses después de la firma del convenio con el Govern balear para destinar 13 apartamentos a los enfermos y familiares procedentes de las islas menores, el complejo asistencial Can Granada se muestra muy satisfecho con su puesta en marcha.

Ajenos a las críticas de partidos políticos y usuarios, destacan la buena relación con el IB-Salut, con quien mantienen reuniones de seguimiento constantes. Tal es así, que confían en poder extender el acuerdo, que finaliza a finales de año y renovarlo durante el 2016.

Aseguran que tienen más demanda que oferta y que las listas de espera son habituales para conseguir una de les 13 plazas disponibles, por lo que están dispuestos a ampliar el número de apartamentos destinados a hospedar a pacientes de Menorca, Eivissa y Formentera.

De hecho, más allá del convenio con el Govern, ya han solicitado poder disponer de diez pisos más para atender el gran número de enfermos que desean alojarse en sus instalaciones. Su cercanía con los hospitales de referencia de Palma, Son Espases y Quirón, contribuye a la elevada demanda.

Llegado el momento, el Govern será el encargado de hacer balance del servicio prestado y decidir si se renueva o no el convenio con la residencia y, en caso de ampliarlo, valorar si se aumentan el número de plazas para los usuarios menorquines y pitiusos, tal como exigen los propios pacientes y también los partidos políticos, que consideran insuficiente la oferta de plazas públicas actual.

Quejas

Gran parte de las quejas que se han recogido los últimos días han sido rebatidas por la gerente de Can Granada, Cristina Barceló. Expone que ningún usuario que haya sido derivado por el IB-Salut debe hacer frente a ningún coste ni tampoco avanzar dinero por alojarse en sus instalaciones, tal y como habían denunciado algunas asociaciones y partidos. En todo caso, reconoce, deben abonar la tarifa del centro aquellos enfermos que acudan a la residencia por su cuenta, sin la correspondiente autorización del IB-Salut.