El conseller Joan Boned y el director general de Ports de les Illes Balears, Xavier Ramis, junto a dos técnicos, este lunes en el puerto de Ciutadella. | Gemma Andreu

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El Govern no invertirá los 2.474.905 euros previstos en la construcción de dos duques de alba para permitir el atraque de buques y cruceros de hasta 185 metros en el dique de Ciutadella porque sería «tirarlos al mar».

El conseller de Movilidad, Joan Boned, convenció este lunes al gobierno municipal para «suspender» el proyecto del PP que estaba a punto de adjudicarse, y que ya contaba con siete licitantes, y «replantear» la obra. «Ahora es inasumible y no cometeremos la barbaridad de ejecutarla», remarcó.

Según un informe técnico elaborado por su propia Conselleria, la reducción del proyecto original, desde los siete duques de alba y 9 millones de inversión de hace ocho años a los dos propuestos ahora, «lo hace inviable, al obstaculizar el tráfico regular de pasajeros y mercancías. El hecho de que los cruceros precisen estar atracados entre ocho y diez horas haría imposible la conviviencia» con los barcos de línea regular, pues deberían compartir muelle.

Los técnicos advierten de que el horario de permanencia habitual de los cruceros, de 8 a 17 horas, coincide con la mayoría de trayectos de entrada y salida de los barcos que cubren línea regular con Alcúdia y Barcelona y que cualquier cambio podría precipitar la anulación de escalas de los buques turísticos, como ya ha ocurrido. Asimismo, la limitación de eslora a 185 metros tan solo permitiría albergar en Ciutadella 47 de las 86 escalas de cruceros llevadas a cabo el año pasado en Maó.

«No vamos a enterrar 2,4 millones sin sentido. Sería irresponsable invertir tanto dinero en una infraestructura que no serviría», insistió el conseller, para quien «no es razonable emprender esta aventura para sacrificar una actividad comercial que es segura, creciente y rentable por otra incierta e incompatible».

Es más, Joan Boned descartó «planteamientos de macroproyecto» a lo largo de la legislatura, aseguró que carece de disponibilidad económica para impulsar grandes obras y advirtió que, «más que la voluntad política, primará la capacidad operativa del puerto».

En este sentido, recordó las maniobras exteriores a las que ya se ven abocados los buques de ciertas dimensiones para poder entrar en el puerto y dejó bien claro que cualquier «alternativa» que se plantee «no pasará por una ampliación del dique».

De hecho, el conseller deslizó que «la mayor parte» de las consignatarias de cruceros «prefieren fondear fuera y que sus pasajeros lleguen en barcazas al puerto interior de Ciutadella, por su belleza». Por eso, propone «adaptar» uno de los muelles de Baixamar para acoger en mejores condiciones a los cruceristas que viajen en estas pequeñas embarcaciones.

La decisión del Govern de «parar» los duques de alba ha sido aceptada por los grupos que comparten gobierno en el Ayuntamiento de Ciutadella. Los tres primeros tenientes de alcalde del PSM, PSOE y GxC, que en ausencia de la alcaldesa Joana Gomila acompañaron al conseller durante su visita, coincidieron en que cabe esperar al replanteamiento del proyecto sin renunciar a la construcción de los duques de alba, pactada ya en mandatos anteriores mediante acuerdos de pleno.

«Estamos a favor, pero la inversión planeada no tiene sentido», apuntó la socialista Noemí Gomila. También lo acepta el PSM, el único partido que, cuando se ha debatido la iniciativa, ha votado en contra de esta infraestructura. «Aceptaremos lo que decida la mayoría», asintió el alcalde en funciones, Josep Juaneda.