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Se rescindirá el contrato de obras del tramo Maó-Alaior, se modificará el proyecto y se convocará un nuevo concurso, según las conclusiones de la información ofrecida este jueves por la presidenta del Consell, dos días después de haber renegociado en Madrid el convenio de carreteras, que prorroga en un año el plazo de ejecución del mismo.

Maite Salord argumenta que en la toma de esta decisión se han tenido en cuenta varias circunstancias.  La primera alude al volumen de ejecución, un 20 por ciento de la obra encomendada, y al plazo pendiente firmado para su finalización, dos meses, de improbable cumplimiento. En segundo lugar, la desviación presupuestaria, ya que la UTE presentó tres semanas despés de haber comenzado los trabajos un incremento del presupuesto del 38 por ciento, cuando la ley contempla un sobrecoste máximo del 10.

«Ambos puntos», señala Salord basándose en las actas de la dirección facultativa, «el retraso y las pretensiones económicas de la empresa son cuestiones muy ligadas».

Programa y prioridad

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A esas dos razones, agrega otra de peso, la voluntad del equipo de gobierno, expresada en el programa, de reducir las dimensiones del proyecto y adaptarlo a  la realidad de Menorca. Por ello, «se está negociando la rescisión del contrato», si bien apeló a la prudencia para no extenderse en las condiciones y fórmulas en las que se plantea dicha negociación. 

La demora que acumulará este proceso de rescisión, adaptación o redacción del nuevo proyecto y un nuevo concurso de adjudicación no obsta para que la presidenta afirme que «las obras de la carretera son una prioridad y queremos que en este mandato estén acabadas».

La pretensión del equipo de gobierno insular es tener resuelta la rescisión del contrato «de forma justa» a final de mes. Entre tanto, no se ha dado ninguna indicación en torno a las obras, que estos días continúan en la glorieta de entrada a Alaior y en algunos otros puntos concretos. No obstante, la negociación abierta interrumpirá de facto los trabajos, que estarán parados durante los próximos meses hasta la resolución de la nueva adjudicación.

Se asegurará, no obstante, que la calzada esté operativa, ya que no se ha intervenido en ella todavía, y con las medidas de seguridad correspondientes.

Sobre los criterios a tener en cuenta en el nuevo proyecto, mantenimiento o no de las rotondas levantadas, Salord señaló que la rotonda de Biniai, no comenzada aún, no se hará, «se optará por una solución de menos impacto y más adaptada. De momento, la línea de trabajo es ir cerrando etapas, rescisión y comenzar de nuevo», explicó.

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