Triste aspecto de los árboles arrancados por seguridad. | Gemma Andreu

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El pinar ubicado junto al polideportivo municipal de Maó ha pasado a mejor vida en los últimos días tras la entrada de las excavadoras que han arrancado los 21 árboles que lo integraban.

El paisaje que queda a la vista es desalentador considerando el aspecto saludable que ofrecía en un espacio rodeado de edificios, y que ahora se ve desértico mientras las máquinas arrancan las raíces que quedan bajo tierra.

El mal estado de la mayoría de los árboles ha aconsejado su eliminación, según ha explicado el concejal del área, Manolo Lora.

«Muy a nuestro pesar, todos los árboles estaban deteriorados y apunto de caer, por eso, de acuerdo con la opinión de un experto, hemos tomado la decisión de retirarlos por motivos de seguridad ya que no se podía salvar ninguno». Su deterioro se vio influenciado por el fuerte temporal del pasado 30 de septiembre. Varios amenazaban con venirse abajo.

El equipo de gobierno restituirá el bosque con la siembra de nuevos árboles a partir de las consideraciones que ofrezcan los técnicos una vez hayan acabado de retirarlos. «Queremos que nos digan cuáles son los más convenientes para la zona y posteriormente nos pondremos en contacto con el Ibanat para que nos los proporcionen».