Los cuatro aerogeneradores de Milà suman una potencia de 3,2 MW

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Doce años después de su construcción, el parque eólico de Milà -único de Balears- sigue siendo deficitario. Situado en una zona que el nuevo plan sectorial de energía considera «de aptitud mínima o exclusión» para la generación de electricidad a través del viento, le cuesta cada año al Consorcio insular de Residuos más dinero del que ingresa por la venta de energía limpia a la red de suministro.

Las cuentas aprobadas para este ejercicio de 2016 son un claro ejemplo. El Consorcio prevé ingresar por la venta de energía 410.173,72 euros, pero el funcionamiento de los cuatro aerogeneradores le cuesta 559.590,24 euros, casi 150.000 euros más. Y no solo eso. Aún debe 958.137 euros al banco por las inversiones que tuvo que afrontar entre 2005 y 2009 para aumentar la eficiencia y la potencia de la instalación: cuatro molinos de 0'8 MWh que suman 3,2. Aún así, prevé amortizar una parte importante este año con el objeto de terminar el ejercicio con un déficit acumulado rebajado de solo 531.059 euros.

La venta de energía únicamente supone el 8,5 por ciento de las cuentas del Consorcio y, si se descuenta el 55 por ciento de esta cantidad que  se aporta al Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), según contempla el contrato con este ente adscrito al Ministerio de Industria, la venta de energía limpia resultante tan solo cubre un tercio de los costes del parque.

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