Los galenos durante su concentración a las puertas de la sede del Consell el día de Sant Antoni

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Introducir la consulta rápida para patologías menores y que no requieran pruebas complementarias; modificar la Unidad de Observación de forma que se pueda medir la carga de trabajo y la complejidad de cada caso; y habilitar una sala donde los pacientes menos graves puedan esperar resultados de pruebas, fuera de los boxes donde se realizan las exploraciones, son las tres principales medidas del plan para reducir las demoras en las urgencias del Hospital Mateu Orfila que ha sido diseñado por el equipo médico para negociar que no haya recortes en la plantilla.

Su propuesta fue entregada ayer por el jefe del servicio, Bernardo Pax, al gerente del Área de Salud, Antoni Gómez Arbona, y ahora los facultativos esperan una respuesta. El tiempo apremia, ya que la reorganización planteada por la dirección del hospital, que supone desplazar dos médicos de urgencias al centro de salud Dalt Sant Joan, estaba previsto que se aplicara a partir del lunes, día 1 de febrero.

La mejora en las prestaciones parte de la premisa de que se necesitan los once médicos actuales para seguir prestando una asistencia de calidad, la plantilla oficial de diez más otro profesional que permite, aseguran, cubrir las guardias y los turnos. Un número que se ha mantenido desde el año 2008, recuerdan, incluso cuando la plantilla estaba fijada en nueve médicos y se la reforzaba con otros dos profesionales.

De otro modo, señala Pax, no es posible cumplir los calendarios del servicio y contar, como quiere la gerencia, con un mínimo de cinco médicos en las urgencias hospitalarias en las mañanas de la temporada de verano.

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