Una de las aulas de la futura Facultad de Medicina, emplazada en la unidad docente del Hospital de Son Espases | T. Ayuga

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El consejo de gobierno de la Universitat de les Illes aprobó, con un voto en contra y una abstención, la creación de la Facultad de Medicina. El consejo social se manifestó el lunes a favor del acuerdo con tres abstenciones, una de ellas de Fina Salord, representante del Consell de Menorca. El Consell de Govern ratificó el proceso el viernes con la autorización de la Facultad en Son Espases; Marc Pons ya había expresado la semana anteior el apoyo del Ejecutivo a una iniciativa que ahora encuentra las condiciones de materialización, treinta años después de que se convocara una manifestación en Palma en demanda de estos estudios. La noticia es acogida con interés por el colectivo médico de la Isla.

Capacidad

El rector lo defiende con entusiasmo y tres razones. La primera, docente, «somos una comunidad de más de un millón de habitantes, contamos con un hospital universitario de referencia y estructura para formar médicos». La segunda apela a la investigación y a la capacidad que generará para acceder ayudas y experiencia de laboratorio. Tercera, la mejora de la asistencia que supondrá para el hospital de Son Espases contar con alumnos, «corroborado por el colectivo médico del propio hospital», asegura Llorenç Huguet.

En la misma línea y con parecidos argumentos se expresa Pau Lluch, delegado en la Isla del Colegio Oficial de Médicos de Balears, «motivará a los estudiantes menorquines, tendrán otra opción más próxima que Madrid o Barcelona, y a los médicos, algunos podrán dar clase», opina, y en segundo lugar, «potenciará las posibilidades de investigación y una formación más cercana». Aunque el colegio no se ha manifestado formalmente, sí se ha hablado en reuniones «y nos postulamos a favor de la idea, aumentará la calidad de la atención profesional», señala.

El sindicato médico también muestra su acuerdo, «es una necesidad que debía haberse planteado antes incluso», declara Claudio Triay. El apoyo no es incondicional, reclama un estudio de necesidades y carácter abierto, que no se conciba sólo para estudiantes de las Islas, «sino abierta a la comunidad universitaria española», agrega. En su opinión, debe asegurarse calidad en la enseñanza, «que haya más no significa que haya más calidad» en unos estudios a los que solo llegan los mejores a causa de la nota de corte exigida en la selectividad. Destaca que en las Islas hay buenos profesionales para la docencia y reconoce que «es caro, claro, pero es un avance y una inversión que retorna a la sociedad», afirma convencido.

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