El concejal. Avel·lí Casasnovas, detenido e imputado, negoció y propuso las permutas que se investigan

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Gel-Fux, la sociedad administrada por dos de los empresarios detenidos e imputados por el fiscal en el caso Nerer, Francesc Cavaller Gener y José María Gelabert Fuxà, sigue gestionando diez años después los bienes permutados en 2006 por el Ayuntamiento de Ciutadella a cambio de Can Saura Morell y la zona verde del Canal Salat, operaciones con las que -sospecha el fiscal- se hurtaron al menos 2,4 millones al patrimonio público municipal.

Esta es la cuantía en que ha valorado la Policía Judicial de la Guardia Civil el presunto fraude perpetrado con la participación directa del exconcejal y expresidente del PP, Avel·lí Casasnovas, principal implicado, quien -a decir de los técnicos de Urbanismo- hizo variar las tasaciones y llevó ambas propuestas al pleno, que convocó con carácter extraordinario y urgente para aprobarlas de forma simultánea el 15 de diciembre de 2005. De hecho, como se vio apenas minutos después de escriturar la primera venta ante notario, el 6 de febrero del año siguiente, ambas permutas tenían un mismo destino.

La adquisición del preciado solar del Paseo Marítimo conocido como 'la joya de la corona' era ambicionada por el entramado societario participado por los hermanos Francesc y Antoni Cavaller y el empresario Fernando Orfila desde que el Ayuntamiento se lo quedó entre los 42 resultantes de la reparcelación del sector  urbanizable B-8, a finales de 1998. Pero estos empresarios perseguían hacerse también con la totalidad de los terrenos donde debe ampliarse el polígono industrial, una zona que ya habían adquirido mediante otras sociedades y en la que, tras los 50.000 metros recibidos con las permutas, han reducido la cuota municipal a 2.753 metros.

La expropiación que venía instando el titular de S'Hort den Llinyà, el antiguo huerto del Canal Salat de 61.200 metros, fue el pretexto argüido para que los Cavaller se apropiaran de las fincas públicas de mayor valor en el Marítimo y el polígono.

De hecho, Avel·lí Casasnovas ya intentó que se permutaran estas mismas propiedades antes de llegar al Ayuntamiento. Según desveló el alcalde de la época, Pau Lluch,  en 2001 asesoró al empresario Jaume Gelabert -representante de la propiedad de S'Hort den Llinyà- en sus negociaciones con el Consistorio, al que pidió 13 parcelas industriales, el solar de 'la joya de la corona' y otro en la Vía Perimetral que luego acabó cediendo al Ministerio de Justicia.

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Cuatro años después, ya como concejal de Urbanismo, Casasnovas permutó esos mismos terrenos. Primero, en marzo de 2005, lo intentó de forma directa, al proponer el canje de S'Hort den Llinyà por 'la joya de la corona' y aportar la tasación más baja del solar municipal de cuantas disponía. Pero, al prosperar el recurso de la oposición contra el acuerdo, tuvieron que negociarse ambas permutas por separado y con otros bienes de por medio, como el edificio de Can Saura Morell, que había comprado La Caixa para convertirlo en hotel y que, tras pasar a manos de la sociedad instrumental Nerer, el gobierno del PP se interesó en adquirir con el pretexto de transformarlo en sede de la Escuela de Artes Plásticas.

En cualquier caso, las fincas permutadas fueron las mismas que ya se incluyeron en la negociación de 2001 con la única excepción del solar de la Perimetral, que Casasnovas sustituyó por la única parcela apta para acoger una gasolinera en el municipio y el solar que el Ayuntamiento había recibido a cambio de autorizar tres plantas de altura en el bloque de 132 pisos que la constructora Fbex-Promo impulsaba en Dalt Sa Quintana. Este solar fue revendido meses después por Gel-Fux a la misma constructora catalana a un precio que triplicaba el asignado por el Ayuntamiento.

El gobierno de Casasnovas también aceptó quedarse con Can Saura Morell por un millón más del que había sido tasado un año antes -sin oponer valoración a la aportada por Nerer- para así cuadrarlo con el coste que se había dado a 'la joya de la corona'. Y se desprendió de 50.366 metros de suelo industrial -en el momento de mayor demanda- como si tuvieran, metro por metro, el mismo valor que la zona verde que se quedaba a cambio.

Aunque el traspaso no se inscribió en el Registro hasta un año y tres meses más tarde, Nerer tardó apenas unos minutos en vender -presuntamente a cambio de una comisión de 200.000 euros- 'la joya de la corona' a Gel-Fux, la sociedad de Francesc Cavaller y el hijo mayor de Jaume Gelabert que se había constituido justo el mismo día (6 de febrero) que el alcalde Llorenç Brondo había acudido al notario a formalizar la permuta del Canal Salat.

El 17 de marzo, cuando Brondo volvió al notario -esta vez para formalizar la permuta de Can Saura Morell- Gelabert incribió a nombre de su madre las fincas municipales canjeadas por la zona verde. Y las traspasó a Gel-Fux el 2 de octubre, solo cuatro días antes de consumarse el segundo gran pelotazo: la venta a Fbex por 1,8 millones del solar de Dalt Sa Quintana que el Ayuntamiento le había permutado por solo 714.992 euros.

El estancamiento del mercado inmobiliario por la crisis ha hecho que el resto de propiedades aún sigan en manos de Gelabert y Cavaller.

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