La reforestación del espacio comenzó con la plantación de este roble. | Javier Coll

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Alumnos de tercero y cuarto de ESO del CC La Salle Maó plantaron ayer los primeros cinco árboles del proceso de reforestación de la zona verde ubicada frente al polideportivo municipal, donde unos cuarenta pinos fueron talados después de que un par de fuertes temporales los convirtieran en un riesgo para los usuarios de este espacio.

«No tuvimos más remedio que hacerlo», explicó el concejal Manolo Lora, que acompañó a los alumnos junto con sus compañeros de equipo de gobierno Vicenç Tur, en calidad de alcalde accidental, y Carlos Montes. En total se plantarán unos treinta árboles, una decena menos de los que había, ya que se dejará una franja de unos diez metros libre ante la posibilidad de que allí se puedan realizar alguna práctica deportiva.

Las especies elegidas, con el asesoramiento del experto Pere Fraga, son moreras de jardín, plátanos de sombra y árboles de Judas en la parte norte, donde más da la tramontana para que con su mayor resistencia ejerzan de protección; tipuanas, paulownias y catalpas en la parte sur;  robles y encinas, apreciados por su buena sombra, en el centro. Les acompañarán los cuatro ullastres, ahora solitarios, que resistieron los embates del temporal. Nada de pinos.

A tenor de que el crecimiento de los árboles necesita tiempo, el Ayuntamiento de Maó ya contempla la instalación de una carpa en verano para dar sombra a los usuarios de la escuela de verano.