Su afición por la natación hace que, cada vez que puede, participe en algunas de las travesías de larga distancia que se celebran a lo largo del año en las costa española. En la meta le espera su mujer, el mejor premio posible. | (C) Foto Cedida

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Durante la semana es el responsable de una de las empresas más importantes del país y en sus ratos libres se dedica a nadar grandes travesías a mar abierto. Es Javier Pagés, director ejecutivo de Codorniu Raventós, la empresa familiar más antigua de España, especializada en la elaboración de cava.

Su último reto es cruzar el canal de Menorca. Unos 40 kilómetros, dependiendo del estado del mar y las condiciones meterológicas, que nadará junto a tres compañeros. Si no hay ningún impedimento hasta entonces, han reservado del 7 al 13 de agosto, para cumplir el objetivo deportivo más ambicioso que han hecho hasta el momento.

Hace un par de años se atrevieron a cruzar el estrecho de Gibraltar, después nadaron de la isla de Capri hasta Nápoles y ahora pretenden ir desde Mallorca a Menorca, isla que conoce desde hace años y lugar al que «me gustaría escaparme más allá de las vacaciones». Escogieron esta travesía «porque el mar de Menorca es precioso y ver la Isla y Mallorca des del mar es muy bonito».

«Para nosotros nadar es un verdadero disfrute, el agua del mar está viva», asegura. Para Pagés no hay mejor sensación que «levantar la vista y ver el cielo, las olas, el viento, la profundidad del mar». Sin embargo, reconoce que «la preparación está siendo dura» y compara a su entrenador con el 'Cholo' Simeone, por la exigencia a la que les somete.

A lo largo de las aproximadamente 14 horas de durará la prueba será muy importante el trabajo en grupo, ir todos al mismo ritmo, ayudar al compañero que tenga dificultades y superar entre todos el reto. «El objetivo no es otro que llegar todos juntos la meta, esto es lo que no haría ilusión de verdad», sentencia.

Tiene asumido que parte de la prueba deberá realizarla de noche, un hecho que reconoce que le provoca «una inmensa angustia, no me apetece nada estar en medio del mar de noche. Una vez te tiras al agua de noche, empiezas a pensar en medusas, animales grandes que te puedes encontrar...en este sentido, el mar y este tipo de pruebas te exigen una superación y una concentración constante».

A lo que más teme es a las corrientes, ya que son «las que pueden hacer que el reto se vaya al traste», aunque confía en que el patrón de la embarcación que les acompaña sepa guiarles para que puedan nadar en las mejores condiciones.

Las medusas es una de las dificultades que pueden encontrarse, además de dolores físicos y cansancio.