Joan Simonet de Asaja y Pau Bosch de Fagme | David Arquimbau

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El sector ganadero mira al cielo. Tras meses de sequía, las últimas lluvias han sido acogidas como agua de mayo, y pese a que «han ayudado bastante», difícilmente servirán para salvar la temporada. 

«Si este mes sigue lloviendo la campaña será mala y en algunas zonas de Menorca incluso puede ser normal», ahora bien «si no llueve más será catastrófica», admite Pau Bosch, presidente de Federación Agrícola Ganadera de Menorca (Fagme).

Bosch revela que «hay zonas de Menorca que están muy secas, y los payeses a día de hoy todavía no han podido hacer forrajes». El problema, recuerda, puede venir   en los meses de agosto y septiembre, ya que de seguir así «no habrá pastos» para dar de comer al ganado. 

Para paliar los efectos de la sequía, el Govern ha habilitado una partida de ayudas directas, que el sector espera que se oficialicen hoy con su publicación en el Butlletí Oficial de les Illes Balears (BOIB). Los payeses lamentan que  las subvenciones lleguen con cuatro meses de retraso, aunque «bienvenidas son», ya que vale más tarde que nunca.

Las subvenciones contemplan una ayuda directa de 70 euros por vaca lechera, entre las dos líneas previstas. Se alegran de que el Govern haya aumentado la cuantía, aunque Fagme y Asaja reclamaban que se incrementará hasta los 90 euros por ejemplar. El gerente de Asaja-Balears, Joan Simonet lamenta que las ayudas para el ganado bovino, proporcionalmente, sean las más bajas.

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