Los turistas desayunan en la terraza de un hotel durante el verano

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Que el empresariado hotelero ofrezca a sus clientes productos locales de la Isla es una de las históricas reivindicaciones del sector primario menorquín. Tras años de esfuerzos y colaboración con campañas de promoción de productos como fruta, verdura y carne, la leche ha sido la gran perjudicada de este temporada. Algunas cadenas hoteleras han dejado de comprar leche local y han preferido buscar un producto más económico fuera de la Isla.

El motivo, básicamente, es que el sector lácteo europeo atraviesa una larga crisis debido, en primer lugar, al cierre de las fronteras rusas y, en segundo, a las consecuencias del fin de las cuotas. Todo ello provoca una gran sobreproducción y un excedente que favorece una bajada importante de los precios. En este contexto, los hoteles han podido acceder a otros mercados con precios mucho más competitivos y han apostado por ello. Desde Coinga explican que hay ofertas que no pueden igualar, con precios «inviables» para las explotaciones locales, que deben hacer frente a los costes de la doble insularidad.

La relación entre productores y distribuidores locales con el sector hotelero se basa en una negociación constante por acordar precios. La gerente de Ashome, Azucena Jiménez, reconoce que la leche menorquina «es muy cara», por lo que las partes interesadas deben trabajar para mejorar hasta alcanzar el principal reto, que no es otro que «toda la producción de Menorca se quede aquí», sostiene.

No lo ven igual desde Coinga, que consideran que los buenos datos de ocupación y rentabilidad hotelera de los últimos años no se traducen en una rebaja de la presión por disminuir el precio de la leche.

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