Los hoteleros no han terminado de notar el auge de visitantes en este inicio de temporada | Javier Coll

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El sector hotelero menorquín anda con la mosca detrás de la oreja. Las cifras oficiales del primer mes de la temporada, con una ocupación media del 66,7 por ciento –lejos del 80 por ciento que preveían a la luz de las buenas expectativas de llegada de pasajeros–, han caído como un jarro de agua fría, teniendo en cuenta el 'boom' turístico que se anunciaba para el archipiélago balear y del que los hoteleros menorquines se ven al margen, al menos en este arranque de la campaña veraniega.

Desde la Asociación Hotelera de Menorca (Ashome) no dudan en señalar a la incidencia de la oferta de alojamiento no reglada como culpable de este 'pinchazo' de la burbuja en este inicio de temporada: «Aquí está pasando algo», señala la gerente de la patronal, Azucena Jiménez, en alusión a la gran cantidad de turistas que se ven por las calles y playas en comparación con otros meses de mayo y lo poco que ese mayor flujo de visitantes está repercutiendo en los datos de ocupación hotelera.

La inquietud del sector por el mes de mayo, que desde Ashome ya venían advirtiendo en las últimas semanas, ha llevado a la asociación a promover una ronda de reuniones con la presidenta del Consell, Maite Salord, la vicepresidenta, Susana Mora y con el conseller balear de Trabajo, Iago Negueruela, para trasladarles la misma petición: un mayor control de la oferta extrahotelera no reglada, cuya incidencia, intuyen, está siendo cada vez mayor. La previsión de ocupación para el mes de junio es del 83,2 por ciento.