Las casas de Mongofra, bien patrimonial de la fundació del mecenas Fernando Rubió

TW
9

El patronato de la Fundació Rubió i Tudurí se reúne este viernes para decidir si alquila la finca de Mongofra Nou, sede de la entidad, por un periodo de 60 años (30 años prorrogables por otros 30) al empresario franco-rumano Dimitri Sturdza, socio y administrador único de la sociedad limitada Mongofre World Heritage, que figuraría como la arrendataria en dicha operación.

El presidente de la fundación, Albert Moragues, confirmó el jueves que este viernes los patronos deberán votar a favor o en contra de este contrato de alquiler, sin entrar en detalles sobre el mismo, aún cuando este diario ha podido saber que la familia Rubió es contraria a enajenar la finca.

El contrato de alquiler se firmaría por 120.000 euros anuales y a partir del 1 de junio de este año, contemplando diferentes usos, entre ellos el turístico, la hostelería y restauración, las actividades agrícolas, ganaderas y socioculturales, así como la promoción de la cultura y el arte, todos ellos objeto social de la mercantil Mongofre World Heritage.

Dichas actividades se podrán llevar a cabo a través de la sociedad que alquila la finca o a través de cualquier otra sociedad en la que participe mayoritariamente Sturdza o que esté bajo control del empresario, así que en la práctica la sede de la Fundació podría utilizarse para el objeto social de las otras cinco mercantiles con sede en Maó o de otras firmas de este hombre de negocios, que dirige entidades como la Fundatie Sturdza Pentru Romania y la sociedad Culture & Cultures.

Tres de las sociedades registradas en Menorca tienen como objeto la compraventa de fincas rústicas y urbanas, la construcción en las mismas, su rehabilitación, venta o arrendamiento y otras dos, la adquisición y enajenación de valores y activos inmobiliarios; solo Mongofre World Heritage SL incluye el fomento de la cultura y las artes entre sus actividades.


Condiciones

El contrato que tiene el patronato sobre la mesa estipula que la mercantil arrendataria realizará una inversión en Mongofra, de hasta 5 millones de euros, en la adecuación de dependencias pero también construyendo nuevos espacios o ampliaciones de los existentes. Si la Fundació, tras el primer plazo de 30 años de contrato no desea prorrogarlo, deberá comunicarlo de forma fehaciente al inquilino. Éste tendrá derecho de tanteo en caso de venta, descontándole del precio la mitad de las rentas anuales abonadas, el depósito inicial y la inversión realizada.

Las obras de reforma en la finca no podrían afectar a la capilla, decorada con frescos del pintor Pere Pruna. La propuesta también autoriza a que Mongofre World Heritage subarriende la finca a alguna de las sociedades controladas por Sturdza, salvo la planta baja de las casas prediales y la capilla.