El servicio de alquiler de hamacas sufrió pérdidas importantes como consecuencia del cierre de la playa de Cala en Bosc | Josep Bagur Gomila

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La Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) es la encargada de recopilar y tramitar las reclamaciones de los damnificados por el vertido contaminante que obligó a cerrar durante varios días las playas de Cala en Bosc, Sa Caleta y Son Xoriguer.

Durante este jueves ya llegaron a la oficina quejas y peticiones de información sobre cómo realizar la correcta tramitación de la reclamación. Los negocios que se encuentran a pie de playa son los que se han visto más perjudicados por el vertido de hidrocarburo, puesto que alejó los clientes en pleno mes de julio. Bares, restaurantes y empresas concesionarias del servicio de hamacas y alquiler de kayaks o velomares perdieron miles de euros cada día que la playa estuvo cerrada.

Además de la OMIC, el Consistorio también pone a disposición el Servei de Defensa del Ciutadà, otra vía para canalizar las reclamaciones. Este servicio priorizará la recopilación de la cuantificación de los daños y perjuicios provocados por el vertido para exigir, en un futuro, posibles indemnizaciones.

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De hecho, el Ayuntamiento de Ciutadella recomienda a los afectados que «hagan una estimación razonada de las cantidades que han podido dejar de ingresar durante los días que el cierre de playas ha afectado a los respectivos negocios de la zona». Toda la información se centralizará y el Consistorio hará una valoración conjunta con el resto de administraciones para decidir contra quién y de qué manera se actúa legalmente.


Costes

El Ayuntamiento también ha iniciado el proceso de evaluación de los costes que ha tenido para las arcas municipales el operativo destinado a eliminar los restos de combustible y reabrir las playas contaminadas. El Consistorio aportó material y numerosos efectivos que trabajaron durante largas jornadas.

Una vez se tenga cuantificado el coste de la operación se pedirán responsabilidades.