Las carreteras recogen cifras importantes de tráfico este verano. | Gemma Andreu

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Las carreteras empiezan a recuperar al menos una parte de la vida que la crisis económica les robó. No se rebasan aún las cifras que se registraron en años de vacas gordas, no obstante, constatable es el cambio de tendencia que se ha producido y que permite consolidar dos años de incrementos, tras siete de descensos de tráfico.

Los baches provocados por el impacto de una complicada situación de coyuntura económica redujo de forma notable la presión sobre las carreteras de Menorca, y de manera más recrudecida en los meses centrales de la temporada alta con pérdidas que alcanzaron los 2.800 coches en puntos de la 'general'.

Pero sin duda, la recuperación económica de los ciudadanos europeos y la llegada de turistas prestados de otros destinos en situación de inseguridad han reanimado las carreteras que han visto como la actividad ha crecido de forma significativa. Cierto es que a pesar de las previsiones del inicio de la temporada, que parecían que harían historia, sí ha habido más tráfico pero sin llegar a batirse récords generalizados, exceptuando algún punto concreto. Falta aún conocer el comportamiento de los dos meses principales del verano, como son julio y agosto.

Así lo desvelan los indicadores de Intensidad Media Diaria (IMD) de las carreteras de la Isla en las que el departamento de Movilidad del Consell tiene ubicadas estaciones de medición del tráfico. La red troncal insular ha registrado un incremento medio de unos 1.200 coches diarios. La carretera general, en el punto de salida de Maó, ha registrado en junio hasta 14.335 vehículos diarios, lo que representan 1.600 más que en 2013 cuando se registró la cifra mínima desde que se tienen datos. Mención aparte se merece el tramo de la Me-1, cerca de Ciutadella, y el tramo que pasa por Es Mercadal, que han batido este junio récords históricos respecto al mismo período de años pasados. La intensidad media registrada en el punto de Ponent ha sido de 14.881 vehículos, casi 1.300 más que en 2015, mientras que en Es Mercadal, lo han hecho 13.536 coches.

No obstante, el vial por excelencia en presión es el que enlaza Maó con Sant Lluís por el que en junio han pasado 20.323 vehículos diarios.

El conseller de Movilidad, Miquel Preto, pone de relieve estos incrementos, ya significativos en meses previos a la temporada de verano propiamente dicha. Y considera que es un síntoma de desestacionalización.
Además, avanza que esta mayor presión no se ha traducido en un incremento de la siniestralidad en carretera ni tampoco en colapsos. Y es que, tal como constatan los datos de puntualidad de los trayectos de los autobuses, la fluidez en las carreteras es óptima, sin retenciones, excepto en situaciones puntuales y controladas.

El presidente de la Asociación de Empresas de Transporte de Menorca (Astrame), Joaquín Bisbal, asegura que «formamos parte del problema» porque «transportamos consumo y si hay más turistas, los camiones se mueven más». Además de incrementar el número de trayectos también inciden en la ralentización del tráfico. Sus vehículos tienen limitada la velocidad a 70 kilómetros por hora en las mejores carreteras. De ahí que a pesar de que los conductores tengan más complicaciones a la hora de circular «somos conscientes de que es un mal menor» al que contribuimos.

Aquello en lo que redunda el colectivo es en la necesidad de que se hagan inversiones en la infraestructura viaria. «Padecemos un déficit histórico» situándonos «muy por detrás de Mallorca y Eivissa».