El mercado ambulante de la Plaça Esplanada de Maó funcionaba este jueves con un volumen de vendedores inferior al habitual de los martes y los sábados. | Gemma Andreu

TW
18

«El año pasado, a estas alturas, podía facturar 500 euros en una jornada, ahora no paso de 300 euros». Lo explica un vendedor ambulante que suele recorrer todos los municipios de la Isla cada semana. Asegura que el sector está en retroceso, y que esta temporada estival está siendo especialmente difícil, más que el verano anterior, «no hay dinero, la cosa está mal para todos, y se nota».

Montse Carbonell, presidenta de la Asociación de Vendedores Ambulantes de Menorca (AVAM), confirma que julio ha sido«peor que el año pasado y agosto ha empezado bastante flojillo», y eso pese a las buenas sensaciones que dejaron mayo y junio. «Hay gente, pasa mucha por aquí, pero no gasta», explica desde su puesto del parque Rochina, el único que estaba ayer en este rincón del puerto de Maó. ¿Por qué? «Algunos de los que suelen venir están en la Esplanada, además no vienen cruceros, no sé que sucede, hay menos que antes y los buenos han dejado de venir en verano, cuando es un mercado al alza y las previsiones en Mallorca y Eivissa van a mejor». Los cruceros tienen un buen potencial para los mercadillos.

Carbonell pone el acento en lo que han dejado de desembolsar los turistas del Reino Unido, «les ha bajado la moneda de forma importante y es un turismo muy de mercadillo, seguro que el año que viene se notará incluso más». Otro vendedor, que se dedica al textil desde hace años, se muestra preocupado, «hace poco acabé un día con 90 euros en la caja, no me da ni para cubrir los gastos y tomarme un café».

Cubrir gastos es lo que los ambulantes hacen básicamente en temporada baja, ahora, en verano, es cuando deben obtener beneficios, Incluso alguno comenta que en ocasiones solo va al mercado de Ciutadella en sábado (más flojo que el viernes, asegura)para no acumular ausencias, ya que con un determinado número se pierde la plaza. «Tenemos que trabajar todo lo que podamos estos días», explica una comerciante desde su puesto de la Esplanada. Pero de momento, está decepcionada por una temporada turística que se ha vendido como espectacular con aeropuertos y hoteles llenos. «Ves mucha gente con la pulserita, bajan del autobús y pasan de largo», ratifica otro. Carbonell espera que agosto remonte la situación con la llegada de clientes de más poder adquisitivo, como los amarristas o los nacionales.

Para trabajar todo lo que puedan, el sector ha impulsado medidas como el tercer día en la Plaça Esplanada de Maó.«No hay tantos vendedores como martes y sábado, claro, hoy también hay Alaior y Fornells», describe una vendedora. Yjustifica la medida más allá de controversias, «el vendedor lo que quiere es vender todo lo que pueda, para eso lo hacemos, sin mala intención».

La iniciativa del jueves en Maó, impulsada desde AVAM, tiene en el sector apoyos y críticas. Un vendedor de artículos de piel y otro de textil coinciden en que «lo mejor hubiera sido ampliar al martes por la tarde, sin coincidir con nadie y en un momento del día en que hace menos calor ». La consulta interna descartó esta opción. Opiniones hay para todos los gustos. Hay quien considera un error ir tres días a la semana al mismo sitio, «no da para tanto», y quien no lo ve mal para los que pueden compaginar dos paradas. Desde AVAM exponen que así se recuperan los días perdidos en invierno por el mal tiempo.