El abandono de coches en la zona industrial se ha convertido en una práctica recurrente. | Maite Carles

TW
4

En el Polígono Industrial de Ciutadella se ha hecho habitual encontrar vehículos abandonados. Determinadas calles se han convertido en verdaderos cementerios de coches. Con el paso del tiempo, además, todos acaban con los cristales rotos y desguazados como resultado del constante robo de piezas, ruedas y todo lo que pueda ser reutilizado o vendido.

Alguna furgoneta también es utilizada como almacén de neumáticos viejos, con el consiguiente riesgo de incendio.

La situación no es nueva y el Consistorio conoce la problemática. La principal dificultad a la que debe hacer frente son los eternos trámites burocráticos y los plazos exigidos para conseguir la declaración de vehículo en estado de abandono y proceder a su retirada con una grúa.

Esto provoca que los coches queden estacionados durante muchos meses, o incluso años, en el mismo lugar, deteriorándose y perjudicando la imagen del entorno. Más que peligro porque queden con la puerta abierta y cristales por el suelo «es una cuestión de estética», señala el presidente de la Asociación de Empresarios del Polígono de Ciutadella, José Maria Taltavull.

Explica que cada vez que reciben una queja o detectan un vehículo abandonado lo trasladan al Ayuntamiento para que avise a la Policía Local y se inicie todo el procesa legal establecido. No obstante, son conscientes de que los plazos que fija la ley ralentizan notablemente la retirada de los vehículos abandonados. «Es un problema porque no permite actuar de manera rápida», lamenta Taltavull.

Al mismo tiempo señala que el Polígono «es cada vez más una zona comercial en lugar de industrial», por lo que las consecuencias del impacto visual son mayores puesto que ha dejado de ser un espacio periférico en el que casi no pasa gente para convertirse en una zona transitada.

Taltavull recuerda que llamar al desguace para retirar un vehículo es gratuito y que es una cuestión de sentido común saber que no se puede abandonar un coche en la vía pública. «Deberíamos sertodos más buenos ciudadanos», concluye.

Denuncias

La experiencia, además, indica que, con el fin de la temporada estival, esta práctica se intensifica. El año pasado, por ejemplo, de las 51 denuncias por abandono, 20 de pusieron durante el último trimestre del año.