Alcaldes y ediles escuchan las explicaciones del jefe de Hidrobal. | A.Maó

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El problema del agua en Maó ha llevado al Ayuntamiento a utilizar por primera vez el depósito de Santiago, que estaba en desuso, y extraer del mismo la cantidad necesaria para la limpieza de las calles del municipio. El Ayuntamiento busca medidas para afrontar la sequía y la contaminación por exceso de nitratos de los pozos municipales, algunas de ellas urgentes, señaló ayer en un comunicado, otras que buscan ir más allá, al origen de esa presencia de nitratos en el agua destinada al consumo humano.

En el primer apartado, el actual gobierno recuerda que Maó es el único municipio de Balears que tenía un plan piloto contra la sequía redactado en 2009, aunque no llegó a aprobarse y ejecutarse. Ahora una empresa especializada trabaja en la actualización de dicho plan, que anuncia que será aprobado en noviembre.

Entre las medidas inmediatas para paliar el exceso de nitratos se encuentra el reparto de dispensadores de agua a las escuelas y la tramitación de plantas de tratamiento de ósmosis inversa para las fuentes de los patios y para algunas plazas públicas.

El Ayuntamiento ha publicado ya la convocatoria de ayudas para la instalación de filtros verdes de control de nitratos en viviendas que no estén conectadas al alcantarillado, negocia la compra de agua depurada a Sant Lluís para los usos urbanos, ha iniciado la revisión de los grandes aljibes de la ciudad y quiere ponerlos a punto para la recogida de aguas pluviales.

Crítica a la falta de información a pesar de los avisos de Salud

Desde el año 2012 la Conselleria de Salud ha instado al Ayuntamiento de Maó a informar a los ciudadanos de que se superaba el límite de nitratos permitido en la mayoría de los pozos del municipio, pero hasta ahora no se había hecho.

El equipo de Conxa Juanola lanza este reproche al anterior gobierno del PP y añade que, por tanto, los vecinos de Maó han consumido agua de la red pública de abastecimiento sin conocer esa situación y «por desconocimiento».

El Ayuntamiento recuerda asimismo que las analíticas no se hacían entonces mensualmente como en 2016.