Más 100 de Ciutadella. A los 498 expedientes sin resolver se añadirán el centenar de casos que se tendrán que abrir en Ciutadella, tras su reingreso en el Consorcio | Josep Bagur Gomila

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El Consorcio de Disciplina en Suelo Rústico está al borde del colapso. Acumula unos 500 expedientes por obras ilegales, algunos de los cuales se remontan a seis años atrás o más. La demora en la resolución de los expedientes ha hecho que muchos hayan caducado y se hayan tenido que reabrir, mientras que en otros directamente la infracción ha prescrito, reconoce la vicepresidenta y consellera de Ordenación Territorial del Consell, Susana Mora.

El motivo de esta situación es «la falta de personal» que el ente arrastra desde hace algunos años. Mora también responsabiliza al «poco interés» del gobierno del PP en el anterior mandato «al no creer en la defensa del modelo territorial en suelo rústico».

Eso sí, admite que «no tiene la culpa de forma exclusiva», aunque recuerda que «no hicieron nada para solucionar la situación» y redujeron personal y sentencia: «Si el Consorcio se hubiera mantenido en su formato inicial y con una labor pedagógica y preventiva, igual a día de hoy no tendríamos estos 500 expedientes».

También hace «autocrítica», y asume que los políticos a veces han preferido mirar hacia otro lado, en lugar de concluir los expedientes obligando a la demolición: «Si al principio hubiéramos demolido dos edificios, la situación sería diferente», admite Mora.

Sea como fuere, ahora el Consell confía en «desatascar» el trabajo pendiente, reconociendo que «queda mucho por hacer», más teniendo en cuenta que se pueden incorporar, tras el reingreso de Ciutadella al ente, un centenar más de expedientes entre los que han caducado y otros que hay que volver a tramitar.

Para esta labor, el Consorcio se «ha dotado de músculo», en palabras de Mora, con más personal. Ahora el ente tiene tres inspectores, un administrativo y una jurista, cuando al principio del mandato solo había dos inspectores. La incorporación antes del verano de la asesora jurídica, para cubrir la plaza que había quedado vacante hace más de un año, es clave para «desencallar» los expedientes, ya que sin una jurista no se puede avanzar en la resolución de los expedientes, asegura Mora.

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