Un niño bebe en la fuente instalada junto al patio del colegio público Antoni Juan. | Javier Coll

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La alcaldesa y la concejala de Educación presentaron ayer la fuente con tratamiento de ósmosis inversa instalada en el colegio Antoni Juan de Maó. «El problema de la sequía ha agravado el problema de la calidad del agua y hemos iniciado actuaciones dirigidas a los colectivos más vulnerables», argumenta Conxa Juanola.

Esta medida para potabilizar el agua llegará en un mes a siete escuelas públicas, tres centros concertados, cuatro institutos, el conservatorio y la escuela de adultos. El polideportivo también lo ha solicitado, aunque de momento cuenta con un dispensador de agua potable, al igual que los colegios, a los que también se dotó de ese elemento a principio de curso, relata Laia Obrador.

Además del agua libre de nitratos en las fuentes que instalan en el patio, el agua tratada llegará también a las cocinas y comedores de los dos colegios que cuentan con estas instalaciones, el «Verge del Carme» y el «Verge de Gràcia».

Sobre el coste del plan puesto en marcha, Juanola precisa que el gasto no está cerrado y que la responsabilidad de suministrar agua potable en los colegios es municipal. «Como para nosotros es una prioridad, tenemos que hacer la inversión que sea necesaria, no estaba planificado a principios de año ni sabíamos que después del verano nos encontraríamos con esta situación. Lo que se ha hecho ha sido rescatar inversiones de todas las áreas que no podían ejecutarse para priorizar esta actuación, que es una necesidad básica», justifica. El coste de la instalación realizada en el «Antoni Juan» se halla entre los 600 y 700 euros.

Sobre la posible extensión de la medida a la población en general, la alcaldesa indica que hay una planificación y que está «sobre la mesa un proyecto de fuentes públicas de agua potable», además de otras medidas para reducir el consumo de agua.