Entre cubos y charcos | Gemma Andreu

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Las quejas emitidas ayer por el instituto Joan Ramis i Ramis de Maó en relación al deterioro de las aulas modulares con que cuenta el centro han surtido efecto. El delegado de Educación, Joan Marquès, y un técnico del Ibisec visitaron este miércoles por la mañana las instalaciones para conocer el alcance de la situación.

Tras comprobar su estado, detectaron que el techo de una de las aulas prefabricadas necesita ser sustituida.

Para ello, Educación se comprometió a revisar el contrato con la empresa de mantenimiento, puesto que, tal como señalan desde el centro, el Govern paga el alquiler, mientras que el mantenimiento debe ir a costa del centro. No obstante, consideran que un deterioro de estas características no debe ser asumido por el instituto.


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