Javier Agudo, socio de The Boston Consulting Group

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Rafael Agudo es socio desde 2005 de The Boston Consulting Group (BCG) y pertenece a las prácticas de Energía y Estrategia. Licenciado en Derecho y en Administración de Empresas en Icade (Universidad Pontificia Comillas de Madrid), lidera el área de Transformación de BCG en España y Portugal. Hoy, a las 18.30 horas, hablará en el Consell insular sobre «La transición energética en España y en el mundo» en el marco del I Foro de Gas Natural Balears 2016.

¿Qué se entiende por transición energética?

— La evolución del sector energético hacia un modelo más sostenible medioambientalmente. Se trata de cambiar el tipo de energía que consumimos, la forma de producirla, el modo de trasladarla desde los centros de producción a los de consumo y, por supuesto, la forma que los clientes finales tienen de consumirla.

¿Qué pasará con el petróleo?

— El petróleo y el carbón tendrán un menor peso, y las energías menos contaminantes (como las renovables o el gas natural) ganarán presencia en el mix energético.

¿Qué implica económicamente esta transición?

— La instalación de más capacidad renovable (eólica, solar...) asegurando la continuidad del suministro (con capacidad de respaldo con ciclos combinados, sistemas de almacenamiento de energía...). También hablamos de invertir en redes inteligentes (smart grids) que permitan manejar más eficientemente los flujos de energía, de transformar el parque móvil de particulares y empresas, de construir (o reformar) edificios con mayor eficiencia energética, etcétera. Por otro lado, se nos presenta la cuestión de qué hacer con los activos e infraestructuras actuales (energéticas y no energéticas –como edificios, plantas y procesos industriales...). Todo ese legado sigue funcionando y habría que desechar una parte relevante si invirtiésemos hoy y de golpe en los nuevos activos.

¿Y desde el punto de vista social?

— Desde el punto de vista social, esta transición exigirá un gran esfuerzo por parte de todos, ya que será necesario cambiar nuestros hábitos diarios y forma de actuar para garantizar un consumo energético más responsable y sostenible.

¿Quién la financia?

— No existe un único esquema pero, a priori, todos los agentes del sector deben participar en este esfuerzo: los clientes finales (empresas y particulares) como destinatarios de la energía y agentes capaces de actuar sobre la demanda final; las empresas energéticas, que deberán invertir en los nuevos activos e infraestructuras; las administraciones públicas, para establecer un marco regulativo y fiscal adecuado y, por último, el sector financiero, que será un socio clave para acometer las grandes inversiones necesarias.

¿Cuántos años representa?

— Es una transición y no una revolución energética. Para que pueda hacerse una idea, la Unión Europea ha elaborado un marco sobre clima y energía que tiene como alcance temporal el año 2030 y una hoja de ruta de la energía para 2050, estamos hablando de plazos de este calibre.

¿Cuáles son las razones para defender esta transición?

— La transición energética es la respuesta a un modelo energético insostenible a largo plazo, esa es la principal razón para defenderla. La discusión real estriba en cómo llevarla a cabo ya que existen muchas alternativas e incertidumbre sobre cuál es el camino óptimo.