Estudiantes bajando por la escalera en el colegio Mare de Déu de Gràcia | Javier Coll

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Imagínese que su hijo sufre un esguince. Con sus muletas acude al colegio. Y para llegar al aula no tiene otra alternativa que subir dos pisos por la escalera. Es una situación con la que deben lidiar a diario en el CP Mare de Déu de Gràcia de Maó, uno de los pocos centros que quedan sin ascensor.

La demanda es histórica. Ahora es la Apima del centro la que abandera la reivindicación para acabar con este agravio comparativo y reforzar las reiteradas peticiones que viene haciendo el equipo directivo del centro. Los padres han puesto en marcha una campaña de firmas. Han logrado recoger en torno a 300 apoyos que entregarán mañana viernes al delegado de Educación en Menorca, Joan Marquès, en una reunión para abordar el tema. Se trata de un edificio vertical, en el que, los alumnos pueden ir al primer piso por una rampa exterior. No obstante, para subir a la segunda planta o asistir a la clase de música que está en el tercer piso, no hay más remedio que ir por la escalera interna.

La Apima asegura que además del incumplimiento de la normativa en barreras arquitectónicas, también existen deficiencias en el edificio que cabe resolver. «Nunca se han hecho reformas de rehabilitación, tan solo acciones de mantenimiento, cuando el centro padece goteras y necesita una mejora de la carpintería».