Un bombero penetra por la trampilla de un sótano para tratar de recuperar a un gato. | A.P.

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Que los bomberos son un servicio de utilidad pública es una cuestión obvia. La imagen que los asocia, fundamentalmente, a la extinción de incendios constituye su razón de ser original, pero sus cometidos son múltiples y variados, más allá de su enfrentamiento habitual con las llamas.

Atienden todo tipo de emergencias en las que corran peligro las vidas humanas, la naturaleza, incluyendo en ella los animales. Esa es otra de sus ocupaciones, el rescate de muchos de ellos al quedar atrapados en cualquier elemento urbano o forestal próximo a las ciudades.

Así, en el año que finaliza, los bomberos del Consell Insular de Menorca han rescatado a nueve animales y se han deshecho de 21 enjambres de abejas generados en puntos urbanos de algunas poblaciones de la Isla que suponían una amenaza. No se trata de una cifra alta pero sí supone un trabajo laborioso.

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