Una muestra de cinco ultraligeros procedentes de Binissalem bautizaron el campo después de que AESA concediera una exención | Gemma Andreu

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Eran las diez de la mañana cuando un grupo de avionetas ultraligeras tomaba la pista del Real Aeroclub de Mahón. Lo hacían procedentes de Binissalem y dispuestas a inaugurar el cuarto campo de Balears y primero de Menorca con autorización para este tipo de aeronaves.

Una vez conseguido el permiso para la entrada de estos aparatos en la Isla, la junta directiva del club ya está perfilando el segundo avance. Creará una escuela para formar pilotos de avionetas ultraligeras.

Requieren un título distinto a la licencia de piloto privado. Se abre «una puerta nueva para el aeroclub», aseguraba este sábado el presidente José Luis Barrero. Además, avanzaba que este permiso lleva encadenado otro logro, la consolidación de las instalaciones.

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