Jacqueline Moreno, de UGT, lee el manifiesto ante unas 60 personas en la plaza Miranda de Maó. | Javier Coll

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Poco más de medio centenar de personas secundaron ayer tarde la llamada a la movilización realizada por los sindicatos en protesta por el deterioro de las condiciones del mercado laboral. Uno de cada cuatro ciudadanos está en riesgo de pobreza, uno de cada cinco en edad de trabajar no tiene empleo, la mitad de los jóvenes están en paro y la mitad de las personas sin empleo no cobra ninguna prestación, según el panorama descrito en el manifiesto leído en público por una dirigente de UGT.

Los argumentos sindicales agregan que 700.000 familias no tienen ningún ingreso y 1,4 millones de hogares tienen a todos sus miembros en el paro, además uno de cada tres asalariados cobra por debajo del salaior mínimo interprofesional y 3,6 millones vive con la tercera parte de ese salario. Los sindicatos entienden que son razones suficientes para la movilización de los trabajadores y de la sociedad en general, porque «los salarios han perdido valor y se continúa negando aumentos salariales significativos».

El manifiesto desgrana otras razones entre las que destaca la desigualdad de derechos de los trabajadores en función de si el contrato es fijo o temporal, la falta de expectativas del currículum académico o la ausencia de garantías del derecho a la vivienda, mientras «día tras día, la ciudadanía contempla publicaciones de casos de fraude, elusión y evasión fiscal», además de considerar insuficiente la subida de las pensiones el 0,25 por ciento.

En ese contexto se informó ayer del rechazo sindical a la última propuesta patronal del comercio, que incluía un incremento salarial del 5,5 por ciento en tres años y un plus general de 25 euros al día por domingo o festivo.

El convenio de comercio, un sector que ocupa a 45.000 personas en Balears, es el segundo más importante de la Isla. UGT y CCOO aseguran que no se puede aceptar esa oferta «porque actualmente los trabajadores cobran de media 95 euros por una jornada laboral de ocho horas en festivo y estarían perdiendo poder adquisitivo tras cuatro años con el sueldo congelado», explican.