Una imagen habitual. El Ayuntamiento de Es Castell está acostumbrado a tener que colgar este cartel en Cala Pedrera, cuya agua acostumbra a estar contaminada. Durante 2016 la prohibición del baño en este punto ha sido permanente | SERGE CASES

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Cada vez hay menos playas en Menorca cuya agua sea considerada excelente para el baño. Así se desprende de los últimos datos publicados por el Observatorio Socioambiental de Menorca (Obsam) recientemente en su portal web.

La entidad analiza cada año el agua de treinta playas menorquinas para detectar la presencia y el grado de concentración de elementos contaminantes como, por ejemplo, residuos fecales. En el último lustro se observa un descenso continuado en lo que a calidad del agua se refiere. Los últimos datos demuestran que menos del 80 por ciento de las playas obtienen la máxima distinción (excelente), algo que no sucedía desde el 2007, cuando la cifra bajo del 70 por ciento.

En 2011 se rozó el 90 por ciento, pero desde entonces se ha ido cada vez a menos. La cala de Es Canutells, en Maó, Cala en Forcat y Platja Gran, en Ciutadella, y Sant Esteve, en Es Castell, son las que han perdido categoría durante estos años. Las de Ciutadella pasaron a obtener la calificación de «buena» en 2012 y 2013, el mismo año en el que el agua de Sant Esteve quedó catalogada como «suficiente». Es Canutells, por su parte, perdió la excelencia el año pasado.

A todas ellas hay que sumar el deficiente estado en el que se encuentra el agua de Cala Pedrera, en Es Castell. En 2016 se ha prohibido el baño de manera permanente por una presencia altísima de elementos contaminantes. De hecho, su calidad es insuficiente desde el año 2003, con la excepción del 2005, que logró ser apta para el baño.

El porcentaje de playas excelentes siempre se ha mantenido entre el 80 y el 90 por ciento, con escasas excepciones. De hecho, desde 1999 es la quinta vez que la calidad del agua no logra el excelente en al menos el 80 por ciento de las zonas analizadas.

Si se analiza por municipios, Es Castell es el que sale más mal parado, puesto que sus dos playas son las que tienen el agua con peor calidad. El que más tiene es Ciutadella, con nueve, seis de ellas consideradas excelentes y las tres restantes buenas.

Contaminación

La presencia de elementos contaminantes en las playas menorquinas se ha ido reduciendo en los últimos años. Pese a que se producen puntas excepcionales motivadas por vertidos u accidentes, la tendencia es que la concentración vaya a la baja. La presencia de ecoli (Escherichia-coli) se encuentra en mínimos históricos con un valor de 21,33 cuando el límite está en 500. La presencia de enterococos intestinales sigue en parámetros similares.