La modificación de la normativa municipal podría estar lista para inicio de temporada | Laura Amores

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El Ayuntamiento de Ciutadella tramitará en los próximos días la polémica modificación del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico Artístico del municipio para limitar el uso de los patios interiores en los bares y restaurantes del casco antiguo del municipio. El concejal de Urbanismo José López calcula que, como tarde, los cambios entrarían en vigor en cuatro meses, en mayo. El equipo de gobierno espera que tanto Patrimonio como Territorio aprueben su propuesta, la de dejar abrir hasta 41 establecimientos repartidos por diferentes puntos de la zona histórica, ya que se mostraron favorables anteriormente, recuerda López. Patrimonio tendría entre dos y tres meses para aprobarlo y Territorio, uno.

Se descarta volver a revisar el texto después de que ayer finalizara el periodo de alegaciones con tres alegatos: el de la asociación de vecinos Ciutadella Vella, la Asociación de Menorquina de Cafeterías, Bares y Restaurantes adherida a PIME, y el Partido Popular. Su discurso no varía en gran medida a las quejas que ya expresaron anteriormente. Los vecinos de la zona desean que no se dé la posibilidad de abrir más patios que los actuales para preservar el descanso, mientras que los hosteleros piden que se quite cualquier restricción.

El PP, por su parte, considera que la modificación implica agravios comparativos y discriminaciones entre los empresarios y en un comunicado cualifica estas políticas de «intervencionistas, aparte de obsoletas» porque «limitan la iniciativa empresarial y siempre son negativas para la actividad económica».

Persiste así el conflicto de intereses entre las partes afectadas, pero con menos implicados. La asociación de comerciantes Ciutadella Antiga se quedó al margen para agilizar el proceso. No quieren un tercer verano sin terrazas interiores, como tampoco la Asociación de Restauración de CAEB. «Como no nos han escuchado en nada», aceptarán «lo que hayan acordado ellos», el equipo de gobierno municipal, dice su presidente, José Bosch, quien lo único que desea «es que se den prisa». Es su última demanda para poder hacer previsiones de personal de cara a la próxima temporada turística, después de que, tras meses de reuniones y varias propuestas sobre la mesa, se tramite una modificación que cede a ambas partes, pero no contenta una ni otra.