Los fangos contaminados se acumulan en dos de las antiguas lagunas que depuraban el agua. | GEMMA ANDREU

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El departamento de Recursos Hídricos del Govern considera que la mejor solución para deshacerse de las 8.700 toneladas de fangos contaminantes es enterrarlos en un sarcófago y sellarlos para evitar filtraciones. Es la opción más económica de todas las posibles.

Tendrá un coste algo inferior a los 1,2 millones de euros, contando el mantenimiento de la instalación a lo largo de las próximas tres décadas.

Las otras dos alternativas que hay sobre la mesa son trasladar los residuos fuera Menorca, aunque de momento se han descartado por ser más caras. Exportarlos a Mallorca implicaría una inversión de unos 300.000 euros más, puesto que la operación asciende hasta 1,5 millones de euros. Llevarlos a la península, en cambio, costaría alrededor de 2,2 millones de euros, algo que la administración autonómica no parece dispuesta a asumir.

Una postura que choca de frente con la del Ayuntamiento de Ferreries, que se opone tajantemente a que los lodos sean enterrados en el subsuelo del municipio y que cuenta con el apoyo del Consell. También el GOB ha mostrado sus reticencias.

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