Una farmacéutica atiende a un cliente. En Menorca hay 14 oficinas que realizan un Sistema Personalizado de Dosificación. l | Archivo

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El uso incorrecto de los medicamentos, por la falta de adherencia al tratamiento farmacológico, tiene un coste anual para el sistema sanitario de Menorca de 21 millones de euros, una cantidad que supera el gasto en medicamentos en la farmacia comunitaria (no hospitalaria) que se realiza en la Isla y que asciende a 18,5 millones.

Las cifras se derivan de un estudio realizado por la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria y que estima en 11.250 millones de euros esos costes añadidos en toda España, derivados de la falta de adherencia o seguimiento de los pacientes de los tratamientos, tal y como se los ha prescrito el médico. El Colegio Oficial de Farmacéuticos de las Illes Balears (COFIB) extrapola los datos y si el archipiélago tiene un gasto extra debido al incumplimiento terapéutico de 213 millones anuales, a Menorca le tocan esos 21 millones de euros por no seguir, o seguir mal, las prescripciones de los facultativos a la hora de medicarse.

En general se estima que entre un 20 y un 50 por ciento de los pacientes no toma sus medicamentos como se los han recetado, aunque el porcentaje varía según la patología, y eso impide un buen control de la enfermedad. Dicha falta de adherencia puede ser por defecto o por exceso. «Son pacientes que no siguen las pautas de su médico, ni la posología, o bien no toman la medicación, o dejan de tomarla antes de hora porque se empiezan a encontrar bien y creen que no la necesitan, o duplican la dosis o se automedican cuando no es necesario», explica el presidente del colegio de farmacéuticos en las Islas, Antoni Real.

Esta actitud «tiene unos efectos en la salud pero también en la economía del sistema», ya que muchas veces hay que repetir visitas al médico, duplicar pruebas, reforzar los medicamentos o utilizar otros más caros y, en definitiva, utilizar más recursos asistenciales por un mal uso de la medicación prescrita inicialmente.

Los olvidos, el abandono, la mejoría tras la ingesta de fármacos en los primeros días, o lo contrario, no encontrarse bien al tomar el medicamento suelen ser las causas más frecuentes de ese incumplimiento terapéutico. Ante esta realidad, el presidente del COFIB llama a los ciudadanos a «hacer un uso muy responsable de los medicamentos» ya que de lo contrario se pueden generar problemas serios para la salud mundial. Aunque la automedicación cada vez es una práctica más reducida, todavía hay un 5 por ciento de la población española que opta por tomarse medicamentos que no le han sido prescrito.